El concejal de Servicios Públicos de Santa Cruz de Tenerife, Dámaso Arteaga, reconoció ayer durante la comisión de control al gobierno que el departamento de Parques y Jardines emplea el herbicida glifosato, cuyo uso puede causar "graves daños" a la salud y al medio ambiente y que el portavoz de Sí se Puede, Pedro Arcila, lo califica de "peligroso". Tras esa respuesta, el primer teniente de alcalde, Julio Pérez, se comprometió ante Arcila a buscar una solución para dejar de usarlo.

Arteaga respondió así a una pregunta de la otra edil de la formación de izquierdas, Asunción Frías, que, según recalcó ayer en una nota, se interesó por este extremo "ante la evidencia de que esta sustancia viene siendo empleada habitualmente en muchos municipios isleños. De hecho, otros ayuntamientos han ordenado su prohibición por su probada peligrosidad".

El glifosato es el componente activo de marcas como el Roundup, que se usa de manera habitual en espacios públicos de diferentes localidades de la Isla, aunque varios ayuntamientos, entre ellos los de Santiago del Teide, Los Silos, Buenavista y El Rosario, ya han prohibido su utilización gracias a la campaña "No más veneno en Canarias", promovida por agricultores, ganaderos, asociaciones ecologistas y miembros de la Plataforma Canarias Libre de Transgénicos.

Estudio científico

Según señala Sí Se Puede, "varios estudios científicos han demostrado que el glifosato es el causante de serios daños a la salud y al medio ambiente. En los municipios en los que se usa, esta sustancia se vierte en zonas de uso infantil (jardines de parques, entradas de colegios...), en carreteras y autopistas, paradas de guaguas, junto a jardines, fincas privadas o viandantes que no están dotados de equipos de protección".

Arcila advierte de que, "a concentraciones más bajas que las recomendadas para su uso en agricultura, el glifosato interfiere en el funcionamiento hormonal de células humanas y afecta a las de la placenta y las embrionarias. También provoca nacimientos prematuros y abortos, mieloma múltiple y linfoma non-Hodgkin (dos tipos de cáncer), y daña el ADN de las células. Además, se ha comprobado que contamina y daña los cultivos ecológicos, los cauces de aguas pluviales y provoca daños a las colmenas debido al sobrevuelo de las abejas en zonas pulverizadas con este producto".

José Manuel Corrales (Socialistas x Tenerife) resaltó ayer, en declaraciones a EL DÍA, la contradicción entre la primera intervención de Pérez, que negó el uso, y la de Artega.