La Guardia Civil detuvo ayer a un cazador furtivo de 42 años como supuesto autor de un intento de homicidio, pues utilizó una escopeta ilegal de fabricación casera para disparar y amenazar a dos guardas particulares de campo del Consorcio de Gestión Cinegética de Tenerife en las medianías altas de La Orotava. Los hechos ocurrieron concretamente a las 7:30 horas en el Bebedero Alto, en las proximidades de Aguamansa.

Pero la historia comenzó semanas atrás. Vecinos de dicho enclave rural y miembros de la Sociedad de Cazadores de la zona denunciaron que escuchaban tiros al amanecer y al anochecer, en días no permitidos para cazar con arma de fuego, que son los jueves y domingos, según afirmó ayer Nicasio Díaz, presidente del Consorcio de Gestión Cinegética.

Por ese motivo, los guardas establecieron un servicio de vigilancia para detectar al infractor. Tras varios días, los vigilantes consiguieron reducir el perímetro de acción del supuesto furtivo. Hasta que ayer por la mañana lo visualizaron, según Díaz. Cuando se acercaron a J.P.A. para informarle de que tenía que dejar su arma en la Intervención de la Guardia Civil y de que lo iban a denunciar, el individuo echó a correr y dijo: "No te acerques a mí, que doy un tiro". Pero los guardas lo persiguieron. Entonces, el supuesto furtivo se giró y dio un tiro que llegó junto a los pies del vigilante, explicó Nicasio Díaz. Su compañera trató de cerrarle el paso y le conminó para que dejara el arma en el suelo, pero J.P.A. se acercó a dos metros, la encañonó y le afirmó: "¡Quítate de delante, porque te doy un tiro y te mato", a tenor del testimonio relatado por las víctimas al presidente del Consorcio. La mujer retrocedió y el furtivo se refugió en una finca donde tiene su casa.

Los afectados llamaron a la Guardia Civil y agentes de La Orotava se desplazaron hasta la vivienda del individuo, donde procedieron a su arresto. La investigación del caso corresponde al Equipo de Policía Judicial, que obtuvo una orden para registrar el inmueble y halló la escopeta con la cual se realizó el disparo. Según dijeron los guardas al presidente del Consorcio, el arma de J.P.A. es una escopeta de fabricación casera. Al parecer, en principio era un arma de aire comprimido (de balines) a la que se quitó el cañón original y se le puso un tubo ordinario, por el que se pueden disparar cartuchos de perdigones. Nicasio Díaz aseguró que J.P.A. no está registrado como cazador y carece de licencia de caza.