La decimotercera aventura literaria de Víctor Conde (1973) es una novela gótica de licántropos que se desarrolla en el siglo XIX en una

región escocesa. "Hija de lobos", un libro de 363 páginas editado por Minotauro, se presenta esta tarde en la capital tinerfeña, a las 19:30 horas, en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de la Avenida Tres de Mayo. "Las leyendas de hombres lobos que se oían en la Edad Media no tienen nada que ver con los falsos mitos que la industria del cine ha creado alrededor de estas criaturas sobrenaturales", argumenta el tinerfeño en relación a su encuentro narrativo con estas fieras.

Tras escribir un libro de tribus urbanas ha regresado a un espacio dominado por el terror, ¿un lugar que usted conoce bien?

Mantengo una relación muy interesante con Minotauro que me permite alternar la ciencia ficción con la fantasía. Un año trato un género y al siguiente toco el otro. En este libro me propuse rescatar parte del espíritu que Stephen King mostró en novelas como "El misterio de Salem''s Lot" en los años 70, pero en este caso soy yo el que viaja al siglo XIX para proponer una historia gótica.

¿Cómo surge ese interés por las historias de hombres lobos?

Soy fan de lo fantástico desde que era niño. De hecho, mis primeras lecturas eran de este género, tanto de ciencia ficción como de temas

fantásticos, y con "Hija de lobos" estoy revisitando con mi escritura a los monstruos de la literatura de terror. En el pasado ya escribí de zombies en Dolmen ("Naturaleza muerta") y puede que en el futuro haga algo con vampiros... Miedos clásicos, pero adaptados a mí.

¿Dónde se siente más cómodo?

Todo lo que tenga que ver con las etiquetas es algo que me crea cierta incomodidad. Me gustaría que la gente me viera como un escritor que se mueve en varios géneros, no como un autor encasillado en una obra muy limitada. El mayor deseo de un escritor es encontrar la estabilidad y el crédito de una editorial.

¿Se siente afortunado por haber logrado esa estabilidad literaria?

Mucho. No solo porque a partir de ese respaldo editorial puedo organizar mis proyectos literarios, sino por la tranquilidad que me ofrece participar en experiencias como la que llegará al mercado el próximo año con el scyla e-book, una propuesta electrónica con la que voy a publicar una noveleta de la serie "Crónicas del Multiverso" -Premio Minotauro de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror 2010-. Será una de las grandes apuestas de Planeta dentro del género fantástico en su política de captar nuevos lectores y en ella convivirán autores como Javier Negrete, Carlos Sisi u otros clásicos cuya identidad aún no se ha hecho pública porque todo esto se dará a conocer en una campaña orientada a vender libros baratos, pero de gran calidad literaria.

¿La industria del libro y, sobre todo, los lectores están preparados para afrontar ese proceso de renovación?

En España el libro electrónico aún está en pañales, pero ya se han ido dando pasos para que la revolución que están anunciando hace tiempo se consolide en los próximos dos o tres años.

¿Y como escritor, cuál es su postura respecto al éxito que pueda tener la lectura electrónica?

Estamos ante un debate que dura mucho tiempo, pero yo creo en la convivencia de la nueva literatura: ni el libro electrónico va a sustituir al papel, ni éste va a poder frenar el auge de las nuevas tecnologías. El e-reader tiene cosas que un lector nunca va a poder encontrar en el papel, pero es cierto que el libro tradicional es menos frío. ¿Cómo van a convivir en el futuro estos dos formatos? Especulando con lo que todavía está por venir es probable que los nuevos libros se editen en versión digital y que únicamente los más rentables -por ventas o por el peso que tenga la firma de su autor- obtengan como premio una edición en papel.

La "estabilidad" que ha logrado su obra en el panorama nacional es la mejor prueba de que se puede hacer literatura sin tener que estar en las grandes ciudades, ¿no?

Publicar desde Canarias es posible, lo complicado es entrar en el círculo editorial que te permita tener una continuidad. Sin un nombre y sin tocar las teclas adecuadas no es fácil alcanzar los objetivos que te van a permitir ser un escritor que cuente para los editores, pero está claro que en este mundo, además de ser constante a la hora de escribir, hay que manejar contactos y estar muy cerca de esos saraos editoriales. Irte a vivir a una gran ciudad no te garantiza que vayas a publicar. En Madrid, por ejemplo, podrían residir unos 50 millones de escritores y la gran mayoría jamás llegarían a publicar. Si no cuentas con esos mecanismos de promoción no es nada fácil darte a conocer. Esta profesión tiene una parte importante que consiste en saber vender tus historias.