La muerte de Steve Jobs, el revolucionario cofundador de Apple, ha trascendido del sector tecnológico y a las condolencias y declaraciones de colegas y competidores como Bill Gates se han unido también las de mandatarios como Barack Obama o David Cameron.

Las luces de las tiendas Apple en todo el mundo han permanecido hoy en penumbra, metáfora del luto generalizado que pesa tras esta pérdida, más allá incluso del sector tecnológico. El alcance ha sido tal que pocas horas después de conocerse la noticia, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha lamentado la noticia.

"Fue lo suficientemente valiente para pensar diferente, lo suficientemente atrevido como para creer que podía cambiar el mundo y lo suficientemente talentoso como para conseguirlo", ha afirmado Obama para quien "el mayor tributo al éxito" de Jobs es "que gran parte del mundo se haya enterado de su muerte a través de un dispositivo que él inventó".

La ministra española de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha hablado de Jobs como "un ejemplo" de lo que aspiran a ser las personas de su generación, un hombre que además de crear "supo ganarse la confianza de aquellos inversores que quisieron arriesgar con él su capital".

Para el ex primer ministro británico Tony Blair, "fue extraordinario y creativo, un inspirador"; el presidente de Rusia, Dimitri Medvédev ha transmitido su pesar a la familia; el primer ministro irlandés, Enda Kenny, ha destacado su capacidad "para abrir puertas en las mentes de la gente"... Mensajes que demuestran que Jobs fue mucho más que un fabricante de ordenadores.

Del mundo de la política a sus competidores en la arena tecnológica. El fundador de Microsoft, Bill Gates, personaliza la sensación de que incluso aquellos que se batieron con Jobs por idear el mejor producto y conseguir las ventas más altas echarán de menos al genio creador del Mac, el iPod, el iPhone y el iPad.

"Steve y yo nos conocimos hace casi 30 años y hemos sido colegas, competidores y amigos durante la mitad de nuestras vidas. (...) Echaré de menos a Steve inmensamente", se lamentaba Gates en un emotivo comunicado.

Jobs democratizó la informática y la llevó a los hogares con Macintosh y, aunque solo fuera por eso, el creador de la red social Facebook, Mark Zuckerberg, le tendría ya mucho que agradecer. "Gracias por ser un mentor y un amigo. Gracias por mostrarnos que lo que construyes puede cambiar el mundo".

La carrera de Jobs no se limita a su labor para Apple. Cambió el mundo una vez con sus ordenadores domésticos y después de eso le quedaron fuerzas para revolucionar el mundo de la animación.

Fundó Pixar, impulsó la primera película enteramente realizada por ordenador, "Toy Story", y se alió con Disney. El presidente de Walt Disney, Ed Catmull, explica el origen del éxito de Pixar, en el que Jobs tuvo mucho que ver.

"Creyó en nuestro sueño descabellado de hacer películas animadas con ordenador; la única cosa que nos dijo fue ''hacedlo genial''. Él es la razón por la que Pixar prosperó y su fuerza, integridad y amor por la vida nos hizo mejores personas".

El tiempo y el destino llevaron a Jobs de regreso a Apple allá por 1996. De vuelta a casa relanzó su apuesta por los ordenadores creando el completo y multimedia iMac, hizo gala de su gusto por la música con el iPod, conquistó la telefonía móvil con el iPhone y tuvo ingenio para inventarse algo completamente nuevo: el iPad.

De ahí que de HP a Acer, de Nokia a HTC y de Sony a Spotify, el fallecimiento de Jobs -o de Steve, como se refieren a él sus competidores, pero también amigos-, hayan expresado su tristeza por el fallecimiento de un hombre que ha dejado una huella imborrable a su paso por este mundo en el que hoy todos aquellos que le conocieron -y muchos de los que no- parecen sentirse un poco huérfanos.