"Depende". Esta palabra surge con frecuencia en una conversación con Eduardo Doménech. La situación económica y los previsibles recortes presupuestarios arrojan cada vez más incertidumbre sobre los proyectos que tiene en marcha la Universidad de La Laguna (ULL), cuyo rector alberga fundadas sospechas de que el Gobierno canario volverá a incumplir el próximo año sus compromisos de financiación con las instituciones académicas.

¿Cómo se siente uno cuando se le exige más que nunca y cumple más que nunca pero recibe menos que nunca?

Comparto con la mayor parte de los rectores la preocupación por la repercusión de la situación económica sobre la universidad. Durante los últimos cuatro años hemos tenido una transformación acelerada de la universidad con la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior que ha sido, sobre todo, de tipo normativo. Ahora llega el momento de ejecutar el cambio con las garantías necesarias de calidad. Para hacer muchas de estas transformaciones hace falta una financiación adecuada. La preocupación surge porque hay que ver si, con el nivel de recortes que apuntan los rumores, seremos capaces de mantener la calidad que se espera de la Universidad y su papel para generar un nuevo modelo de crecimiento económico.

¿Es creíble el discurso político sobre la importancia de la educación?

Existe una duda razonable. El discurso es el mismo en todas las comunidades, pero a la hora de transformarlo en realidad se está recortando, en Canarias y en otras comunidades, aunque hay algunas que respetan la financiación prevista. Los recortes hacen pensar que no creen realmente que debemos cambiar el modelo económico basándonos en el conocimiento.

¿La ULL corre peligro de dejar de prestar servicios básicos el próximo año si los recortes continúan o empeoran?

Los productos básicos de la docencia no corren peligro. Sí está en riesgo la concreción del modelo de la convergencia europea, que consiste en formar grupos más pequeños para hacer la enseñanza más práctica y facilitar el aprendizaje de competencias. En ese sentido, nos hacen falta nuevas infraestructuras: una nueva Facultad de Educación y un aulario para parte de Sociología y Ciencia Política, y descongestionar Derecho en el espacio que estaba previsto en Guajara. Si no ejecutamos estas dos actuaciones en los próximos años, va a haber problemas. De hecho, ya se producen todos los comienzos de curso, porque hay aulas con más alumnos matriculados que espacio.

¿Ya tiene fecha la reunión de alto nivel con el Gobierno que se había anunciado para tratar la financiación?

No, pero estamos intentando que sea cuanto antes. Hay un contrato programa vigente, unos recortes, unos compromisos de deslizamiento del pago y un compromiso de que parte del presupuesto del año pasado iba a darse en éste, y existe también el hecho de que inicialmente el Gobierno de Canarias estaba de acuerdo en que el préstamo del Campus de Excelencia lo iba a devolver la Comunidad Autónoma, y ahora vamos a hacerlo las universidades. En esa reunión vamos a decir que si, además de los recortes, no se cumple con el contrato programa, es muy difícil que podamos ofrecer todo lo que debería ofrecer una universidad de calidad.

Aunque la decisión final sobre la cuantía del recorte no esté tomada aún, ¿tienen una idea aproximada?

Los rumores apuntan a que las universidades van a soportar el doble del recorte global.

¿Entonces da por perdido que se incorporen en 2012 las cantidades que se les habían dejado de pagar?

Eso es lo que vamos a intentar sacar de la reunión. Si esto no lo hacen, a ver qué plantean para 2013 o 2014, pero existe un compromiso. Vamos a intentar que, si hay recortes, al menos sea el Gobierno quien devuelva el préstamo de Campus de Excelencia.

Próximamente presentará el plan de gobierno de los próximos años. ¿Estará muy condicionado por la situación de incertidumbre económica?

Sí y no. Con el plan queremos reflejar mi compromiso como candidato a rector. Pero sí vamos a hacer una temporalización diferente a la que habríamos querido. Está claro que en 2012 hay muchas cuestiones que no vamos a poder abordar y que quizá en 2014 o 2015 sí. Vamos a ajustar de una forma realista el plan de acción. Todo lo realista que se pueda ser, porque nadie sabe qué va a pasar con la economía en 2014.

El Gobierno ha entregado con varios meses de retraso la financiación de Campus de Excelencia y en condiciones menos ventajosas para las universidades, pero éstas tendrán que someterse a una primera evaluación en algo más de un año. ¿Tienen miedo de no salir en esa primera evaluación todo lo bien que hubieran querido?

Ya nos afecta negativamente. El hecho de que la transferencia a las universidades se haya retrasado más de seis meses, sea como subvención o como préstamo, ha hecho que acciones que estaba previsto poner en marcha ya hayan tenido que demorarse hasta el año que viene. Cuando venga la comisión evaluadora queremos que vea no que se ha hecho el proyecto, pero sí que se han dado pasos suficientes como para recibir la acreditación. Sí hay inquietud por que tengamos alguna de las actuaciones previstas -que pueden ser construcciones, contratos de investigadores o profesores visitantes- cuando venga la comisión.

¿Qué acciones se priorizarán?

Sobre todo la escuela internacional de posgrado y la atracción del talento, que se incorporen investigadores a los proyectos. Si cuando llegue la comisión hemos sido capaces de potenciar nuestros grupos de investigación atrayendo gente, de aumentar los proyectos con otras investigadores, de que vengan profesores de otras universidades y salgan docentes y alumnos de aquí, cumpliremos los indicadores.

Una vez resuelto el problema del cable que impedía seguir con la construcción de la Facultad de Bellas Artes, parece técnicamente posible terminar el edificio para el próximo curso, aunque ponerlo en marcha depende de los recursos económicos.

Hemos solventado todos los problemas técnicos. La obra civil está casi concluida y solo quedarían las cuestiones del interior, de equipamiento y dotación de las aulas, acabado de los jardines, toda una serie de cosas que no supondrían un problema si hubiera dinero. La cuestión es si va a producirse un recorte. Tenemos dos posibilidades: recortar de los gastos generales de la Universidad o de inversiones e infraestructuras. El gasto por alumno de las universidades canarias es de los más bajos del país, porque el capítulo de gastos de funcionamiento está ya muy recortado. Por eso nos vemos abocados a que el recorte, si finalmente se produce, afecte a la parte de infraestructuras.

¿Se prevé una nueva subida del número de alumnos?

Sí. De hecho, esperamos que haya un incremento mayor que el curso pasado. Entonces hubo unos 500 alumnos más y ahora la subida puede ser de 700 u 800.

Una de las medidas que anunció durante la campaña electoral fue la construcción de un nuevo colegio mayor o, al menos, la ampliación de la residencia universitaria Parque las Islas.

Hemos barajado varias posibilidades para ubicar un nuevo colegio mayor. Una es la actual Facultad de Bellas Artes. Otra, si se construye la nueva Facultad de Educación en Guajara, usar los terrenos de la actual. Si el recorte no es muy importante, la nueva Facultad de Bellas Artes se podrá terminar, como muy tarde, en 2014, por lo que esa posibilidad es más inmediata. Entre tanto, en la residencia universitaria hay habitaciones que no se ocupan porque están en malas condiciones. Estamos intentando terminar la remodelación para habilitar más. Esto no acabaría de conformar una oferta adecuada a la demanda, pero se incrementaría algo. Adecuarnos a la demanda y ponernos a la altura de otras universidades pasa por hacer alguna nueva residencia.

Estamos hablando de proyectos a largo plazo, supongo.

Es que depende. Si no tuviéramos crisis y en 2012 se nos pagara parte de los "deslizamientos" presupuestarios, podríamos no solo terminar la Facultad de Bellas Artes y la segunda fase de la Escuela de Informática, sino también empezar con la Facultad de Educación. Con recortes, lo que podría ser a corto plazo se convertiría en medio o largo plazo. En cualquier caso, aunque se produjeran recortes, nuestra intención es no paralizar las obras por completo, sino seguir al ritmo que podamos.