El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, y el concejal de Obras, Dámaso Arteaga, visitaron ayer las obras de sustitución de la pasarela peatonal que une las dos orillas del barranco de María Jiménez. Esta infraestructura, que cuenta con un presupuesto de 124.253 euros, está situada en la desembocadura y reemplaza a la actual por otra más eficiente con el fin de reducir el riesgo hidráulico, mejorar el tránsito peatonal y viario y dar solución a los problemas que las fuertes lluvias ocasionan a los vecinos de la zona.

Al margen de los técnicos, la visita contó la presencia del consejero insular de Aguas, Jesús Morales y se unieron a ellos los presidentes de los colectivos AAVV María Jiménez y AAVV La Voz de La Quebrada y la Comisión Negociadora de María Jiménez.

La pasarela estará realizada de acero, tendrá una longitud de 17 metros y un ancho de 2 metros, mientras que dispondrá de algo más de un metro de altura con respecto a la anterior para aumentar la capacidad de desagüe en la zona. Además, será totalmente accesible para los peatones.