El acusado de fingir ser una menor de Tuenti para conseguir fotos de niñas desnudas ha admitido este martes ser el autor de estos hechos, por lo que la Audiencia de Cantabria le impondrá una condena de cuatro años de prisión.

Inicialmente, el Ministerio Fiscal pedía penas que sumaban 12 años de prisión, pero al reconocer el ministerio público rebaja sus peticiones y se le aplicará lo que se conoce como sentencia de conformidad.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria tendrá en cuenta para la sentencia, tras el acuerdo alcanzado este martes, las circunstancias atenuantes de confesión de los hechos y la atenuante de reparación del daño, por haber abonado parte de la indemnización.

Además, se ha valorado que asumió la responsabilidad de los hechos "desde el primer momento", y que colaboró con los cuerpos de seguridad, facilitando el acceso a sus equipos informáticos para la recopilación de los datos.

En concreto, se le condenará a dos años de prisión por corrupción de dos menores, a 15 meses por el mismo delito pero en grado de tentativa con cinco, a tres meses de prisión por tener material pornográfico, a seis meses por revelación de secretos y a una multa de 630 euros por siete faltas de coacciones, al amenazar a las niñas.

La condena incluirá la prohibición de acercarse y comunicarse con las cinco menores víctimas durante un período de seis años, así como el comiso de sus sistemas informáticos, incluidos los equipos, programas y soportes relacionados con los hechos.

El hombre, de una edad inferior a los 30 años, se hizo pasar por una menor de 14 años en Tuenti para contactar con chicas menores de edad a las que ganaba su confianza para, después, convencerles de que le enviasen fotografías de las menores desnudas.

El acusado consiguió así que al menos dos menores de 11 y 12 años de edad le remitieran esas fotos, algunas con actitudes de contenido sexual; también logró que otras cuatro le mandaran fotos, con las menores vestidas. Además, presuntamente utilizó algunas de esas fotografías para mandarlas como ejemplo a otras chicas.

El imputado, J.G.M., utilizó de septiembre de 2008 a enero de 2009, una cuenta de messenger MSN y dos cuentas que abrió en la red social Tuenti con el fin de contactar con menores de edad, a las que engañaba haciéndose pasar por una chica de 14 años, llamada Isabel, y de la que aportaba datos falsos, y de la que otras veces fingía ser el novio o el tutor.

Una vez que contactaba con las menores, se ganaba su confianza tras mantener con ellas múltiples conversaciones a través del chat, y entonces, usaba excusas como la de determinar su talla para ver si podía ayudarlas a entrar en el mundo de la moda o querer regalarles un vestido.

Así, les pedía que le envíasen fotografías en las que estuvieran desnudas, o que conectasen su webcan para captar él mismo las imágenes.

Además, en ocasiones intimidaba a sus interlocutoras haciéndoles creer que necesitaba esas fotografías imperiosamente, porque el novio o el tutor de la supuesta Isabel la maltrataba o amenazaba con hacerle daño si no las conseguía. También llegó a amedrentar a sus víctimas con buscarlas y causarles algún mal si no accedían a sus deseos.

Cuando el ordenador del acusado fue registrado el 27 de enero de 2009 en su domicilio, se encontraron archivos con fotografías enviadas por las menores con las que había contactado, así como múltiples archivos con material pornográfico en donde aparecían también imágenes de menores de edad, sin que haya podidos acreditarse que intercambiara este material con terceras personas.