El Pleno del Congreso aprobó ayer el proyecto de Ley de Salud Pública, que extiende la sanidad a unos 250.000 españoles que estaban excluidos, como parados que han agotado la prestación o el subsidio por desempleo y trabajadores autónomos, según informa Efe.

Durante el debate ayer, todos los grupos expresaron su apoyo a esta nueva norma que amplía el derecho a la prestación sanitaria pública a todos los españoles residentes en territorio nacional y garantiza el derecho a la igualdad y la no discriminación por conceptos de etnia, sexo, religión, discapacidad, enfermedad y orientación o identidad sexual.

La nueva ley pone en práctica un enfoque global y transversal, que incluye una estrategia de salud pública, que definirá las áreas de actuación y los factores condicionantes de la salud, y una autoridad sanitaria para ejercer las funciones de seguimiento y control.

La estrategia determinará los ámbitos de la sanidad en los que, por su especial incidencia en el conjunto de la población, sea de interés fomentar y promover la investigación.

La ley crea también un sistema de alerta precoz y respuesta rápida para la detección y evaluación de incidentes reforzando la coordinación entre administraciones públicas.

La ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, celebró la aprobación de la norma, pues culmina la universalización del derecho a la sanidad pública, y "supone una nueva concepción del Sistema Nacional de Salud".

A su juicio, según explicó en una entrevista a TVE recogida por Europa Press, con esta nueva ley no sólo se "responde a las enfermedades cuando se producen", sino que ayuda a "prevenirlas". "Hoy las condiciones de la salud están en el aire, en el agua, en los alimentos que tomamos y necesitamos un sistema que planifique mejor en el tiempo para prevenir antes que curar", añadió.