La Guardia Civil ha desactivado un proyectil de artillería de la Guerra Civil que había sido utilizado a modo de ladrillo en una de las paredes de una vivienda de Cogollos Vega (Granada).

La existencia de este proyectil se conoció a raíz de que una vecina de Cogollos Vega fuera al Ayuntamiento a solicitar una ayuda para la rehabilitación de la vivienda de sus abuelos, y a la vez advirtiera a los funcionarios que le atendieron de que en una de las paredes de la casa podía verse una "bomba" de la Guerra Civil.

Desde el Ayuntamiento se alertó a la Guardia Civil e inmediatamente un equipo de desactivación de explosivos de esta Comandancia se dirigió hasta la localidad de Cogollos Vega y comprobó que, efectivamente, un proyectil de artillería de 75 milímetros estaba empotrado en una pared del piso superior de la casa a modo de ladrillo y que como tal soportaba parte del peso de la viga del tejado, informa en un comunicado el Instituto Armado.

Como intentar romper la pared para extraerlo pudiera provocar la explosión del proyectil, algo poco probable por otra parte, se decidió neutralizarlo con dos cargas controladas.

Antes de explosionar estas dos cargas, no obstante, y como medida de seguridad, se estableció un perímetro de seguridad de unos 100 metros y se desalojaron a treinta vecinos de las viviendas colindantes.

Tras las dos explosiones controladas la espoleta del proyectil se separó, con lo que quedó desactivado e inofensivo, y no hubo que lamentar daño alguno en las viviendas colindantes.

Durante los últimos años la Guardia Civil ha desactivado cientos de proyectiles de la Guerra Civil española que han ido apareciendo de muy diferentes maneras y en lugares a veces insospechados; pero hasta ahora los guardias civiles granadinos encargados de la desactivación de explosivos nunca habían visto un proyectil formando parte activa de la estructura de una vivienda.