SÓLO la independencia podrá salvar a Canarias. Se habla de tal o cual solución para salir de la crisis en la que nos encontramos, pero sin independencia es imposible. En cualquier caso, una situación que no le da vergüenza a este Gobierno de sinvergüenzas políticos. Porque les trae al fresco a don Paulino Rivero y a sus falsos nacionalistas que muchos canarios tengan que hacer cola ante los comedores de beneficencia para que les den algo que puedan llevarse a la boca; ni a él, ni a los miembros de su Gobierno ni a los bolsilleros de su partido les importan los cientos de miles de parados que hay en estas Islas, ni que la gente se muera en las listas de espera de la sanidad no por culpa de los médicos y del personal sanitario sino de los políticos; no les importan que casi la mitad de los menores de 30 años estén en paro y sin perspectivas de encontrar ocupación a corto plazo.

La gente que nos gobierna hoy y los militantes y simpatizantes del PP, del PSOE y de CC no nos sirven. En los dos primeros casos porque se trata de partidos estatistas que nada van a hacer por la libertad de Canarias. Al contrario, realizarán todos los esfuerzos que estén en sus manos para que sigamos dependiendo de la metrópoli que nos coloniza desde hace casi seis siglos. Tampoco nos sirven los falsos nacionalistas de CC porque son antipatriotas, antiguanches, anticanarios, españolistas, amantes de la españolidad, esclavistas y abusadores con el pueblo, ya que la miseria del pueblo les importa un pepino. Es más: desprecian al pueblo. Por eso el pueblo debe apalearlos políticamente y tiene una oportunidad ahora, el 20 de noviembre. ¿Pero, a quién votar? Sólo podemos abogar por una conjunción de patriotas que, aunque sólo sea para salvar esta convocatoria electoral, se unan y después se desunan si quieren, pero que formen un equipo que pueda ser votado sin la repugnancia política que provoca votar por cualquiera de la podredumbre actual, cubriendo los aspectos legales y electorales bajo un lema: Canarias es una nación; démosle el Estado.

Canarias está saturada, y sentimos decirlo, por un sinfín de corruptos con recursos del pueblo depositados en paraísos fiscales. Entre otros, en México, amparados bajo documentos de registro privado. Y a propósito de empresas en paraísos fiscales, ¿por qué no se investiga, hasta científicamente, la falsificación de ciertos documentos relacionados con un caso muy delicado? ¿Por qué se ha parado la investigación que se estaba realizando? ¿Por qué no se llega al final, con la exculpación o la culpabilidad de los sospechosos? EL DÍA interrumpió su investigación ante la privacidad con que pueden registrarse algunos documentos en México, según afirmación de nuestros letrados en la capital azteca.

Canarias es una nación en busca de su estado, insistimos. Sus recursos son inmensísimos, más de lo que muchos piensan, pero se los está mamando España para alimentar a los españoles. Después, si sobra alguna migaja, se la dan a los representantes de don Paulino en Madrid para que presuman de que consiguen cosas para estas Islas. Falso; no consiguen nada que valga la pena, porque ahora Zapatero, antes Aznar y después Rajoy si gana el 20 de noviembre sólo se desprenden de migajas; unos pocos euros y aguas ajenas. Es decir, le prometen al inteligente de don Paulino aguas que son de Marruecos o internacionales. Pese a ello, don Paulino quiso que don José se tomase en serio lo de las aguas y le dé la razón. Y como el editor de EL DÍA no le dio la razón y se lo discutió, leña al mono hasta que se rompa la cadena. Las emisoras, para mis amigos. Y la más prestigiosa del Archipiélago se la quitamos a don José. Qué político para ser presidente de Canarias. Qué indignidad, qué vergüenza, qué maldición ha caído sobre Canarias, sobre el grupo EL DÍA y sobre José Rodríguez y familia.

A Canarias solamente la salva la independencia, volvemos a decirlo, porque no necesita dogal. Los canarios no somos españoles. Es un desdoro y un absurdo decir que somos españoles. Además, esa afirmación motiva la risa de los propios españoles porque ellos, conocedores de la realidad geográfica, admiten que seamos españoles bastardos, no españoles como lo son los peninsulares. El propio pueblo canario sabe que no es español porque Canarias no es de España ni es España.

Publicábamos ayer en nuestra primera página unas manifestaciones de dos veteranos y patriotas políticos canarios: Isaac Valencia, que lleva 32 años como alcalde de La Orotava, y Tomás Padrón, presidente del Cabildo de El Hierro durante 28 años. Ambos coinciden en señalar que Canarias no saldrá de la crisis sólo con el turismo, por lo que urge buscar otras alternativas como fuente de riqueza. Estamos de acuerdo. Sin embargo, como decíamos al principio, cualquier intento de erradicar la miseria en estas Islas pasa por la independencia. De nada sirve explotar más recursos mientras no seamos los dueños de los beneficios que producen, porque mientras sigamos sometidos colonialmente a España nuestras riquezas, lo repetimos, se las seguirán mamando los españoles.

Cuando hablamos de nuevos recursos nos preguntamos qué pasa con la agricultura, con la ganadería y con la pesca. Una prueba de que a don Paulino lo han engañado con las aguas en cestas que le dio Zapatero es que como un barquito isleño de pesca se atreva a entrar en esas supuestas aguas canarias, se lo chascan los marroquíes en un dos por tres. Qué desgracia, insistimos, nos ha caído con este hombre.

Como alternativas al turismo también podemos hablar de las industrias de transformación, del cabotaje, del cobro de derechos de paso por aguas y cielos propios, así como la dedicación de más tierras a la agricultura, con el desarrollo eficaz de técnicas de última generación. También es importante contar con una educación básica y superior de calidad, lo cual no ocurre ahora por culpa de la negligencia del Gobierno del señor Rivero. No obstante, poco o nada podemos esperar mientras estos dirigentes que padecemos no sean apartados de la vida pública.

¿Qué coño han hecho los políticos del pasado que se han sentado en los escaños del Congreso de los Diputados y qué están haciendo dos que se sientan en la actualidad? Nada, salvo seguir las pautas del Gobierno de turno como durante 40 años hubo que obedecer a Franco por unanimidad. Pero no podemos seguir así porque Canarias es propiedad de los canarios, no de los españoles. Canarias es un enclave estratégico como no hay otro en el mundo, por ser punto de paso obligado entre tres continentes. El Archipiélago canario está mejor situado que Suez, Panamá, Gibraltar, Singapur y otros puntos de paso obligatorio para la navegación comercial. Las tasas aéreas y portuarias que se cobren por el tránsito de nuestro cielo y nuestro mar han de ser para los canarios. Y dentro de Canarias, ya lo verá la Constitución canaria en su día, darle el relieve y la importancia que se merece a la isla principal, la más poblada, la de mayor superficie, la más bella y la más interesante. No puede ser que cada vez que Televisión Española dé una noticia sobre el turismo, sólo hable de Las Palmas de "Gran" Canaria, del aeropuerto de Las Palmas de "Gran" Canaria, del sur de "Gran" Canaria, etcétera, olvidando por completo a Tenerife, que recibe muchos más visitantes que la tercera isla. ¿Por qué no obligan a Televisión Española a que también informe sobre el turismo en Tenerife, pese a que su sede está en Las Palmas? ¿Por qué se deja al margen la principal isla? ¿Qué hace Melchior? ¿Qué hizo Bermúdez, qué hace el presidente de Ashotel? ¿Por qué permiten esta crueldad con Tenerife para favorecer a la isla de los secarrales y la menos interesante del Archipiélago?

¿Y la Justicia? Ese es otro asunto vital de la constitución canaria. La independencia nos dará una justicia y unos jueces propios, eclécticos y con formación básica universal e idiosincrasia canaria. Una justicia a la que haya que elogiar, nada vengativa y, por supuesto, al servicio por igual de las siete islas. Una justicia como debe ser la Justicia: rápida y justa en su sentencia.