La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, afirmó ayer que "los acontecimientos de este verano indican que hemos entrado en una nueva y peligrosa fase", cuyos principales problemas son la "deuda soberana en Europa" y la necesidad de "equilibrio fiscal" en EEUU.

Christine Lagarde alertó de los riesgos de que la "frágil recuperación" de la economía mundial "descarrile", en su intervención en la reunión informal de la Reserva Federal y otros bancos centrales en Jackson Hole, en Wyoming, en el centro de EEUU.

La directora gerente del FMI subrayó que "si bien la consolidación fiscal sigue siendo imprescindible, las políticas económicas tienen que apoyar el crecimiento".

Por ello, defendió que la política monetaria "debe seguir siendo" muy dúctil, "ya que el riesgo de recesión es mayor que el riesgo de inflación" en las principales economías avanzadas.

Lagarde intervino en el panel titulado "Estableciendo prioridades políticas para un crecimiento a largo plazo", en el que también participó el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet.

Para Europa, la directora del Fondo explicó que "es necesario tomar medidas urgentes y decisivas para eliminar la incertidumbre que afecta a los bancos y a las entidades soberanas".