El Consejo Nacional de Transición (CNT) libio mostró ayer su confianza en restablecer pronto los servicios básicos dañados en la guerra y en la llegada a Trípoli de 32 barcos -fondeados en el puerto de la capital- con abastecimientos de la coalición internacional de países amigos, entre ellos España, para comenzar la distribución de los suministros esenciales.

El ministro interino Mahmoud Shaman, responsable de Información del CNT, aseguró que disponían para su distribución de 30.000 toneladas de carburante para paliar las necesidades inmediatas y aguardaban más suministros desde los barcos fondeados frente a la costa con combustible, agua, alimentos y medicamentos.

Además del restablecimiento de los servicios básicos como agua, electricidad y telecomunicaciones, que han sido encontrados en condiciones mejores de las que esperaban, sin sabotajes o la voladura del puerto por los gadafistas, las necesidades más urgentes son terminar con la inseguridad, según explicaron miembros del equipo de estabilización.

El titular de Información señaló que en dos días podrían repartir a la población lo necesario para cocinar e hizo un llamamiento a los operarios de la refinería de Al Zauiya para que regresen a sus puestos de trabajo y retomen las operaciones del principal punto de suministro de carburante de la capital.

Además de cubrir con combustible las necesidades más inmediatas de la red eléctrica, el CNT precisa de la ayuda de las empresas y compañías proveedoras de servicios para que retomen sus operaciones.

Seguridad

Mahmoud insistió, además, en la confianza del CNT en restablecer la seguridad en la capital, donde ayer el cuartel del hijo de Muamar al Gadafi, Hamis, comandante de la brigada que ha intervenido en los principales combates de la guerra, estaba abandonado.

Un equipo del canal de televisión español Cuatro comprobó que había sido abandonado, dejando tras si un rastro de delitos de guerra y brutales ejecuciones sumarias.

"Al temor de algunos, contesto que en pocas horas se tiene que acabar", dijo Mahmoud, quien reiteró que controlarán la seguridad.

"Los abastecimientos ya están en su sitio", aseguró el ministro interino, quien recordó que: "Sabemos que unos días antes de la liberación, Trípoli estaba bajo el férreo control de la dictadura. Empezamos de cero, sin sociedad civil, pero creo que seremos capaces de hacer lo mejor".

El CNT, que ha prometido dotar de un centro a la prensa internacional, abrirá una web para ofrecer información puntual sobre los trabajos de estabilización.

El responsable del proyecto de estabilización, Faisal Gabi, aseguró en la rueda de prensa que serán capaces de restablecer los servicios, pasar a la reactivación y poner en funcionamiento las instituciones y las actividades del país.

Una fuente del grupo de estabilización de Trípoli dijo que tenían preparados planes de contingencia para el peor de los escenarios, es decir una ciudad con sus suministros saboteados y el puerto volado, lo que no ha ocurrido.

No obstante, fuentes de la seguridad portuaria manifestaron que aún no están completamente aseguradas la totalidad de las instalaciones del puerto, y prueba de ello, es que el último barco que había llegado con combatientes procedentes de Bengasi no supieron hasta el último momento dónde podía atracar.

Tras la caída de Trípoli en manos de los rebeldes, el pasado fin de semana, la estabilidad de la capital, con un millón y medio de habitantes, es la principal responsabilidad del CNT, la autoridad legal en Libia -como ellos se encargan de recordar- hasta que, una vez completado el traslado de todos sus miembros a Trípoli, sea designado un Gobierno provisional.

Hasta ahora mantenían su capital en Bengasi, segunda ciudad del país y situada en el este de Libia.

Por su parte, Reino Unido proporcionará apoyo humanitario urgente a cientos de miles de libios afectados por el conflicto, anunció ayer el Gobierno británico.

El Ejecutivo de David Cameron asistirá a Libia con equipamiento médico y alimentos que hará llegar allí a través del Comité Internacional de la Cruz Roja.

El Gobierno también prestará cooperación a Libia a la hora de tratar de reunir a las familias que han quedado separadas durante el conflicto.

El ministro británico de Cooperación Internacional, Andrew Mitchell, afirmó que las donaciones de Reino Unido ayudarán a las agencias humanitarias "que realizan una labor extraordinaria" en Libia.