1.- He aceptado una invitación familiar para venirme cuatro días, de baracalofi, a Lanzarote, la isla canaria con más glamour. El martes ya estaré en el despacho, o sea que no me lo anoten como vacaciones, porque no lo son. Sólo es un puente. Aprovecharé para ver el terrenito con casa que el senador posee en Tías; herencia familiar. Está aquí Antonio de vacaciones, recargando las pilas. Y un montón de gente más. Si todo va bien, navegaré por aguas de La Graciosa y comeré pescado. Lanzarote no es la misma sin AgustínAcosta, mi querido amigo. Desde su muerte no había pisado la isla. Quedó un vacío inmenso que nadie llenará porque Agustín era un compañero de profesión de los buenos, un puntal. Recuerdo aquellas veladas en el Waikiki, Puerto del Carmen, cerca de su apartamento; un bar que no era suyo pero que lo parecía. Agustín tenía un don especial para la conquista de bellas mujeres y era un periodista de gran prestigio. Sus empresas de comunicación marcaron época en la isla. Hace un par de años, viendo la televisión en su apartamento, situado cerca del hotel Fariones, se quedó dormido. Lo encontraron con el periódico en la mano y una expresión plácida. En el puerto del Rubicón está media jet-set canaria; la otra media en Puerto Calero, en cuyo entorno se encuentra la casa de CarlosMorales y Alexia de Grecia, la sobrina de la Reina e hija de Constantinode Grecia y Ana María de Dinamarca. Una vez, en El Hierro, la guardia civil no reconoció a la pareja y la hizo pasar varias veces por el arco detector de metales del aeropuerto, porque algo sonaba. Ellos ni se inmutaron; cumplieron sin rechistar las órdenes de la Benemérita. Si hubiera estado allí mi amigo el capitán CalderónCarmona, todo un caballero, los hubiera pasado por una puerta secreta. Pero no, no estaba en El Hierro. Tampoco estaban el alférez Fran ni el subteniente Solano, dos amigos que cumplieron una gran tarea en la isla. A Fran, que uno de estos días va a ascender a teniente, le concedieron una condecoración pensionada por su actuación heroica durante una riada. Él y un compañero salvaron de la muerte a una señora extranjera a la que se le cayó la casa abajo, con ella dentro, en medio de un río de lodo. A Solano le concedieron una recompensa, y lo citaron con honores, por haber actuado muy certeramente en la localización de un peligroso asesino cuyo nombre no viene al caso. El fugitivo le disparó y el tiro le rozó la cabeza al entonces sargento, que repelió los disparos. Ya ven, estoy en Lanzarote y me he ido, con la imaginación, a El Hierro para sacar historias de nobles y de guardias. Deseo a mi amigo el capitán Calderón, que convalece de una grave dolencia en buena parte superada, un feliz mes de agosto. Es de Jaén, pero él ya no piensa en Jaén porque su mujer, Ana, y sus hijos son canarios. Y él también, qué coño. Una vez, Paco Calderón y yo viajamos a Venezuela y fuimos agasajados en casa de Guillermito"Fantástico"González. Paco todavía está hablando de aquella fiesta. Qué barbaridad, qué lujo asiático. Y qué mujeres más guapas. Pero agua que no has de beber, tira de la cisterna. Eran tiempos mejores. Nos alojamos en el Meliá Caracas, cerca del bulevar de Sabana Grande, una zona que ahora se ha hecho un tanto complicada. Pero el hotel es magnífico.

2.- Me acuerdo de todo esto en Lanzarote, mientras navego en el barco de un familiar. Dicen los que tienen barco que con ellos disfrutan sus propietarios de dos momentos felices; uno, cuando lo compran; otro, cuando lo venden. Un barco es una gozada, pero mantenerlo no es fácil. El mar es un territorio hostil y tener a punto estas embarcaciones necesita mucha dedicación y mucho conocimiento del medio. Confieso que sería incapaz de patronear y de mantener un barco de recreo porque yo creo que el propio ocio que genera no justifica el esfuerzo. En fin, para gustos se hicieron colores. Puerto Calero es la gran obra de un promotor excepcional, PepeCalero, que hizo su fortuna en Liberia, si no me equivoco, y que invirtió en su tierra. Pasó mucho antes de conseguirlo. Un hombre digno de admiración.

3.- Pues sí, Lanzarote es la isla con más glamour. Modelitos a la última, bellas jóvenes con bikinis que apenas tapan sus cuerpos impresionantes; cosas que nos agradan a los viejos. Mientras la vista se conserve joven, todo está bien. Y unos barcos de mucha calidad que surcan estas tranquilas aguas. La Graciosa es el destino final de casi todos ellos. Parece mentira la expectación que genera esta pequeña isla donde se come un pescado fuera de serie y donde se hace realidad el viejo paraíso de las Canarias. Por cierto, qué bueno el video de las K-narias, Loira -¿o es Loida?- y Gara, que veo en la televisión. CarlitoselGalleta, su manager, se ha esmerado en esta promoción. Son nuestras artistas más internacionales, han actuado en el Madison Square Garden y en otros escenarios mundialmente conocidos y ya tienen varios clubes de fans en España y en América. Me alegro de su triunfo porque se lo merecen los tres, las dos chicas y el Galleta. Con todo el ajetreo, creo que no conté, en mayo, una llamada de mi amigo TomásPadrón, el gran político herreño jubilado. Me telefoneó para darme las gracias por el apoyo que le había prestado durante tantos años. Pero es que da gusto ponderar la honradez personificada, la capacidad de gestión y el amor a una isla. Un abrazo, amigo, ya desde el puesto más descansado que te dan tu casa y tu familia. Un ejemplo para la clase política canaria. Ya ven, lo digo desde Lanzarote, la isla del glamour.

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