Un estudio del Centro de Investigación para el Cambio Climático de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona revela que el 80% de los datos climáticos mundiales no están digitalizados, lo que dificulta afrontar mejor variaciones en el clima como las producidas por el calentamiento global.

Esta investigación revela que en la actualidad la comunidad científica puede acceder y analizar sólo un 20% de la información registrada sobre el clima, pese a que en Europa existen datos climáticos que se remontan al siglo XVII.

"Ni siquiera un 20% de la información registrada en el pasado está disponible para la comunidad científica", afirma Manuela Brunet, principal investigadora en este estudio.

"No descifrar los mensajes que proporcionan los registros climáticos del pasado comportará perjuicios socioeconómicos, puesto que seremos incapaces de afrontar los impactos actuales y futuros asociados al cambio climático y a un mundo más cálido", advierte la investigadora.

Esta situación "se agrava" en continentes como África o América del Sur, donde la observación meteorológica no empezó hasta mediados del siglo XIX, y en la investigación se pone de manifiesto la necesidad de la recuperación urgente de toda la información registrada en soportes perecederos.

España, junto a Estados Unidos, Canadá, Holanda y Noruega, forma parte del reducido grupo de países que permite un acceso parcial a los datos históricos del clima, mientras que el resto del mundo no pone estos datos a disposición de la comunidad científica o del público, pese a las recomendaciones de la Organización Meteorológica Mundial.

Gracias a los países que sí facilitan datos meteorológicos "se explicó y se puso en contexto la oleada de calor del pasado verano en el este de Europa y las elevadas temperaturas que se registraron en el viejo continente en 2003", destaca Brunet.

La investigadora añade que, contando con todos los datos históricos registrados, se podrían evaluar "con mayor fiabilidad" la frecuencia de estos fenómenos en el futuro.

Por ello, con el objetivo de superar las trabas políticas y legales que representa la reducida accesibilidad actual, Brunet insiste en la importancia de que los gobiernos, en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, adopten "una resolución que contemplara abrir los datos históricos del clima".