La lucha contra uno de los grandes efectos de la crisis económica -el alza del paro, que ya empieza a cebarse también con los titulados universitarios- puede verse obstaculizada por las políticas de austeridad presupuestaria adoptadas como consecuencia de la misma crisis. El Plan Universitario de Empleo (PUDE), que gestionan las fundaciones empresa de las universidades canarias, está en peligro debido a los recortes.

Pese al interés de las instituciones académicas en la continuidad de este instrumento, cuya vigencia terminó en 2010, la negociación con la Consejería de Empleo del Gobierno regional no ha ofrecido aún resultados, lo que hace temer al director-gerente de la Fundación Empresa de la Universidad de La Laguna (Feull), Sergio Alonso, que los servicios de orientación laboral y empresarial y, sobre todo, las iniciativas formativas que se ofrecen bajo el paraguas del plan estén en riesgo.

Las conversaciones para la renovación del PUDE se habían desarrollado con el anterior equipo del Servicio Canario de Empleo (SCE). "Nuestra última propuesta sigue en la mesa del anterior director", se lamenta Alonso, quien confía en que el nuevo equipo dé una respuesta satisfactoria a su solicitud de proseguir con el plan hasta 2013, con los reajustes necesarios pero con toda la oferta actual.

El plan de empleo consta de tres grandes programas: cursos de formación (cursos PUDE), orientación para el mercado laboral (Itinera) y asesoramiento para la emprendeduría (Emprende). "Entendemos el plan como un todo y todas las áreas son importantes, pero la parte que corre más riesgo es la de los cursos de formación. Ni siquiera se incluye en lo que estamos negociando", expone el director-gerente de la Fundación Empresa. Sergio Alonso también reclama la continuidad del Observatorio Permanente para la Inserción Laboral (Opsil) de la ULL, cuya supervivencia también está en cuestión.

Paro y subempleo

La virulencia de la crisis económica ha extendido el desempleo -y también el subempleo- a la población con estudios universitarios, que al principio estuvo menos afectada. "Las tasas de paro entre los titulados empiezan a ser muy importantes. Hay una carencia de universitarios en las empresas canarias", explica Alonso para transmitir la importancia de seguir cualificando a este colectivo para facilitar su inserción laboral. "Con más o menos aciertos, y ha habido muchos, el PUDE es un programa bastante reconocido y tiene un gran impacto".

La necesidad de cambiar el modelo económico -subrayada a menudo por el Gobierno canario- obliga, según el gerente de la Feull, a que se produzca "un incentivo muy específico en todas las áreas donde hay desempleo, pero sobre todo en los titulados universitarios".

Alonso deja clara su inquietud ante la incertidumbre que rodea el futuro del plan: "estamos esperando, pero también mirando el reloj cada cinco minutos". Aunque muestra su confianza en los nuevos responsables de la Consejería de Empleo y recuerda que su titular, Margarita Ramos, profesora de la ULL, es "sensible" a la realidad universitaria, el tiempo transcurrido y el hecho de que no haya sido nombrado aún nuevo director del SCE no contribuyen a amortiguar su preocupación.

Desde el año 2007, el Plan Universitario de Empleo ha formado y orientado a más de 4.500 estudiantes y titulados de la Universidad de La Laguna. Durante este periodo se desarrollaron casi 9.900 acciones. De ellas, cerca de 5.800 fueron cursos de formación, 3.600 actuaciones de orientación para el empleo y alrededor de 450 talleres de asesoramiento empresarial.

Según los datos del Observatorio para la Inserción Laboral, otras 15.300 personas quedaron en reserva para acceder a esta oferta. La institución destaca, además, el reducido índice de abandono que registran estas iniciativas formativas: un 5%.

Un porcentaje significativo de los participantes en estas acciones repite experiencia. Un 20% realiza dos cursos y otro 20% hace tres. Los cursos de formación atraen especialmente a los alumnos de la Universidad: 3.200 frente a 740 titulados.

El estudio elaborado por el Opsil revela también que la principal motivación para embarcarse en estos cursos fue el interés por conseguir una formación académica complementaria -un 78% respondió que esta fue la principal razón para realizarlos-, seguido de la gratuidad de los cursos -69%-, su temática -60%- y la obtención de créditos de libre elección -57,8%-.

Las encuestas de satisfacción indican que una amplia mayoría de los beneficiarios de esta formación -más de un 95%- recomendaría a otras personas matricularse en alguno de los cursos.