El Cabildo de Tenerife asumió algunos aspectos contenidos en el Plan General de Arona (PGO) con los que no estaba de acuerdo, según reconocieron representantes políticos y técnicos en el marco de una reunión extraordinaria de la Comisión de Turismo celebrada en septiembre de 2009, presidida por el entonces responsable del área y vicepresidente primero de la Corporación insular, José Manuel Bermúdez.

Éste, en calidad de representante de dicha administración en la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac), participó en la reunión del 20 de diciembre de 2006 en la que fue aprobado parcial y condicionadamente el PGO aronero. Bermúdez votó que sí al documento (así se recoge en el acta de esa reunión y, aunque pidió insistente y reiteradamente que se corrigiera, reconoció que no le hicieron caso), a pesar de que el Cabildo condicionaba ese voto positivo a la realización de correcciones en tres grandes superficies de suelo, especialmente.

Una de ellas ocupa 152.080 metros cuadrados en El Fraile, en los que se pretendía autorizar la construcción de hasta 1.064 viviendas al recalificarse gran parte de dicha superficie, que inicialmente era de 87.445 metros cuadrados y que la Cotmac ordenó ampliar hasta la cifra final.

En este caso, el Cabildo de Tenerife consideró que la pretensión del Ayuntamiento de Arona no contradecía lo contemplado por el Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT), pero sí el Plan Territorial Especial de Ordenación Turística (Pteot). Por ello, planteó reparos "acotando" la actuación propuesta.

Una situación diferente se vivió en otros dos puntos: Guaza y Guargacho. En esa reunión extraordinaria de la Comisión de Turismo se puso de manifiesto que la Corporación insular sí apoyaba lo planificado por el Ayuntamiento de Arona para ambos casos, pero no su realización en la forma que pretendía aplicarlo la corporación.

Juan Luis Viscasillas, jefe del Servicio Técnico de Planes Insulares, fue quien expuso ante la comisión extraordinaria de Turismo la coincidencia del Gobierno insular con la pretensión del Consistorio aronero de planificar el crecimiento de Guargacho y Guaza, pero matizó que "no estábamos de acuerdo con que se produjera a lo largo de la carretera de Guaza a La Galletas y ampliando el frente de la vía que enlaza Guargacho con Las Galletas".

Todo ello implicaba la recalificación de una amplia franja de suelo. Viscasillas dejó claro que el Ayuntamiento de Arona defendía la aplicación de esa medida "en virtud de los convenios urbanísticos suscritos". Es en ese momento en el que el jefe del Servicio adujo que "los técnicos representantes del Cabildo en la Ponencia Técnica (foro en el que se debaten y deciden previamente los asuntos de la Cotmac) asumieron esa postura de forma colegiada", apoyando así la iniciativa del municipio sureño.

Concluyó asegurando que, por tal motivo, el Cabildo emitió finalmente un informe favorable a la clasificación del suelo en estos dos enclaves del municipio aronero.

No, pero sí

En la reunión extraordinaria de la Comisión de Turismo del Cabildo que abordó estos aspectos del planeamiento de Arona, José Manuel Bermúdez hizo una defensa a ultranza de su actuación en la reunión de la Cotmac en la que el voto que dice haber formulado no se recogió en el sentido exacto en que lo pronunció.

Al respecto, explicó que dejó claro que manifestó un voto favorable a la aprobación del Plan General de Arona "si se adjuntaba el informe jurídico" que avalara la aprobación del documento. En el transcurso de la reunión de la Comisión de Turismo expuso que dicho informe jurídico había sido expuesto verbalmente durante la reunión de la Cotmac.

La situación actual del Plan General de Arona es que fue aprobado parcialmente el 27 de abril pasado, que el Gobierno municipal defiende que es muy poco lo que está suspendido y que su publicación no se ha producido aún. Por tanto, no está en vigor.