Unas 67.000 personas están infectadas en España del mal de Chagas, una enfermedad parasitaria endémica de Sudamérica, que, al igual que otras como el paludismo, ha emergido en los países europeos a consecuencia de las migraciones y de los viajes internacionales, según explicó ayer la catedrática Caridad Sánchez Acedo.

La referida experta preside el Comité Organizador del XII Congreso Ibérico de Parasitología, en el que más de doscientos especialistas analizan desde ayer en Zaragoza el estado actual de las enfermedades de tipo parasitario, que afectan tanto a las personas como a los animales.

Según aseguró Sánchez Acedo, catedrática de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, hay gran cantidad de dolencias que estaban erradicadas en España o que no existían que han reemergido o emergido como consecuencia de los viajes, la migración o el cambio global.

En palabras de la experta, estos fenómenos son los que explican el mal de Chagas, toda vez que, aunque el insecto que transmite la enfermedad no existe en España, esta afección se puede propagar con la donación de sangre o los trasplantes de órganos.

También Caridad Sánchez se refirió al aumento de la sarna, así como a la aparición de nuevos casos de malaria en España y en toda Europa, donde también viven los mosquitos transmisores. En concreto, mencionó el caso de malaria registrado el pasado año en Huesca, en el que una persona que no había viajado al extranjero contrajo la enfermedad, lo que indica que existe "el foco de infección y los mecanismos de transmisión".