La Fiscalía Provincial de Granada ha autorizado la exhumación de un bebé cuya familia biológica denunció ante el Ministerio Público el supuesto robo del recién nacido.

Con la exhumación, la Fiscalía pretende comprobar si el nicho en el que, según la familia, fue enterrado el bebé alberga restos óseos y si éstos se corresponden con el niño en cuestión, lo que podrá comprobarse con el cotejo del ADN que se extraiga, ha explicado la fiscal jefe provincial de Granada, Ana Tárrago.

Según han indicado fuentes policiales, la exhumación ha sido llevada a cabo en el cementerio de Padul y de los restos hallados se ha hecho cargo el Instituto de Toxicología de Madrid, cuyos resultados determinarán si se corresponden con el bebé en cuestión.

Se trata de la primera exhumación de este tipo -en Cádiz ya se han efectuado tres- autorizada en la provincia de Granada, donde la Fiscalía lleva recibidas 44 denuncias por el supuesto robo de bebés, de las que 13 ya han sido archivadas por falta de datos que prueben la comisión del delito.

Según Tárrago, el que haya autorizado esta exhumación, que avanza hoy el diario Granada Hoy, no significa que en este caso haya más indicios que en otros de que el bebé fue robado, sino que la familia en cuestión ha aportados datos concretos sobre el nicho en el que fue enterrado.

"Se trata de comprobar que el bebé estaba allí. Si los restos que hay se corresponden con los del familiar, se habrá acabado la investigación", ha indicado Tárrago, que, a tenor de los datos de los que dispone del resto de casos, no cree que vaya a autorizar más exhumaciones, al menos de momento, por falta de concreción en cuanto a la posible ubicación de los nichos en los que fueron enterrados.