Una concentración ante la vivienda de una pareja de jubilados que iban a ser desahuciados hoy en la localidad navarra de Orkoien ha impedido de forma pacífica la entrada de la secretaria judicial al inmueble, lo que conllevará el retraso en la ejecución de la decisión del banco y la posibilidad de renegociarla.

Así lo ha señalado Tania, la portavoz de los activistas, un grupo solidario surgido a partir del movimiento del 15-M que conoció días atrás la situación de estos dos jubilados a quienes su banco había anunciado la ejecución del desahucio por impago.

Así, los convocantes han explicado que tan sólo les queda por amortizar 35.000 de los 138.000 euros que en un principio les prestó el banco, si bien su situación económica ha mejorado, ambos tienen reconocido su derecho a recibir la pensión de jubilación y uno de sus hijos, con trabajo y sueldo, ha ido a vivir con ellos y ayudará en los pagos familiares, lo que asegura poder afrontar la deuda.

Conocido el caso, y considerando que se trataba de una situación "injusta" en la que el banco no ejecutaba su derecho sino que "abusaba" de él, el movimiento 15-M decidió hacer pública la situación y convocar una concentración para hoy ante el domicilio de los afectados para esperar la llegada de la secretaria judicial.

Han sido decenas de personas, entre activistas y vecinos de la pareja, quienes han respondido a la convocatoria, en la que han explicado a la secretaria judicial que estaban ahí "para parar" la ejecución y ésta ha optado por no hacerlo hoy, por lo que tardarán unos tres meses en volver a intentarlo por esta vía.

"Esto le da a la familia tiempo para conseguir el rescate de la deuda, acabar de pagar el dinero que les queda y comprar su casa", ha señalado Tania, quien ha considerado que "la presión social" y la mejoría de la economía familiar debe hacer recapacitar al banco.

"Estamos muy contentos porque ha sido objetivo conseguido de una forma muy pacífica y tranquila, que ha demostrado la unión" de diferentes grupos sociales, ha dicho.