Restos humanos que datan de hace 32.000 años fueron descubiertos en la península de Crimea, al sur de Ucrania, lo que supone el segundo testimonio directo más antiguo de la presencia del Homo sapiens en Europa, después de los de un yacimiento rumano.

El Centro Nacional de Investigación Científica francés (CNRS), que participó en la expedición, explicó ayer que se trata de al menos cinco individuos: un niño, dos adolescentes y dos adultos, que fueron hallados junto a herramientas talladas de piedra y hueso, joyas en forma de perla de marfil de mamut y conchas perforadas.

El descubrimiento reafirma la hipótesis de una colonización del continente europeo desde el este hacia el oeste por los Homo sapiens, ya que solo los restos encontrados en Rumanía y otros en Rusia son más antiguos, con 34.000 y 33.000 años respectivamente. Los investigadores destacaron que los esqueletos encontrados en Crimea tenían la cabeza separada del cuerpo, y apuntaron a un rito funerario y no al canibalismo como posible explicación.