Los indignados de Barcelona protagonizaron ayer violentos incidentes, con insultos y ataques a diputados al tratar de impedirles el acceso al Parlament, en unas acciones que han generado duras críticas de la clase política, pero también de parte del propio movimiento reivindicativo 15-M.

Los Mossos d''Esquadra practicaron seis detenciones a raíz de los incidentes. El conseller de Interior, Felip Puig, no quiso realizar declaraciones hasta que se recupere la normalidad, pero su departamento emitió anoche un balance de los sucesos de ayer, en el que un dispositivo de la policía de la Generalitat, con 550 efectivos, permitió finalmente que se celebrase el pleno del Parlamento catalán, como estaba previsto.

Gracias al dispositivo, que comenzó a las 06:00, todos los diputados que tenían previsto acceder a la cámara, así como los trabajadores que debían desarrollar su jornada laboral, pudieron llegar al hemiciclo.

Interior calculó en 3.000 las personas que se llegaron a concentrar en las inmediaciones del parque de la Ciutadella y sus accesos, con el objetivo de evitar que trabajadores y diputados pudieran acceder a la cámara catalana.

La concentración de personas que bloqueaban los diferentes accesos al Parque de la Ciutadella, cerrado desde el martes por motivos de seguridad, obligó a los Mossos a acompañar hasta las puertas del Parlament en seis furgonetas policiales a 50 diputados de todas las formaciones políticas.

Un total de 32 personas, entre ellos miembros del Govern y también diputados de diferentes partidos, fueron trasladados hasta el interior del Parque de la Ciutadella en helicóptero. Los medios aéreos realizaron 10 viajes, según cifras de Interior.

Horas después de los incidentes de la mañana, unas 500 personas se reunieron en asamblea ante la puerta del parque de la Ciutadella, donde se encuentra la sede parlamentaria, para ratificar la apuesta por la vía pacífica y criticaron a los que agredieron a diputados.

Cruzaron "la línea roja"

Pasadas las 18:30, la mayoría de los "indignados" que bloqueaban los accesos al parlamento catalán abandonaron los alrededores del parque para dirigirse a la plaza de Sant Jaume, frente al Palau de la Generalitat.

En una intervención al mediodía, el presidente Mas pidió "comprensión" al pueblo catalán por las cargas policiales que se puedan producir contra los "violentos" que han "traspasado las líneas rojas" y han actuado con "indignidad".

"Hoy se han traspasado las líneas rojas. Hoy no hay simplemente una expresión de una discrepancia, sino una acción de coerción e impedimento de la tarea normal de las personas democráticamente elegidas por el pueblo catalán".

PSC y PPC hicieron piña con Artur Mas en la "condena" de las agresiones y coacciones a diputados por parte de los ''indignados'' que rodean el Parque de la Ciutadella, y avalaron que la Policía use la fuerza si es necesario.