Los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev, y China, Hu Jintao, anunciaron hoy que ambos países se han planteado el objetivo de elevar sus intercambios comerciales hasta los 200.000 millones de dólares para 2020, más del triple del volumen actual.

Ambos jefes de Estado declararon este propósito en una comparecencia ante la prensa al término de sus conversaciones en el Kremlin, una cumbre centrada en temas económico y coincidente con el décimo aniversario de la firma del Tratado de Amistad y Cooperación entre Rusia y China.

"Hemos fijado cifras importantes (de intercambio comercial) que serán referentes para el futuro: para 2015 lograr 100.000 millones de dólares y para 2020, 200.000 millones de dólares", dijo Medvédev en la comparecencia, que fue transmitida en directo por el canal de televisión Rossía-24.

El presidente ruso recordó que a comienzos del decenio pasado el intercambio comercial ruso-chino era de apenas 8.000 millones de dólares y destacó que en estos momentos alcanza ya los 60.000 millones.

"Uno de los componentes clave de la nuestra cooperación ha sido y es el sector de la energía", dijo Medvédev, quien subrayó que Moscú y Pekín "continuarán fortaleciendo la cooperación" en ese ámbito.

En presencia de ambos jefes de Estado fueron firmados varios acuerdos de cooperación en diversos ámbitos, pero faltó la guinda de pastel: la firma del contrato para el suministro de gas natural ruso a China para un período de 30 años, que aún no ha sido cerrado por discrepancias sobre el precio del carburante.

"Tenemos acuerdos sobre gas por las rutas oriental y occidental. Esos son nuestros planes inmediatos. En este momento se terminan de consensuar los documentos referidos al suministro de gas a China", dijo Medvédev.

Subrayó que se trata de "documentos estratégicos, orientados a los próximos decenios" y añadió que precisamente sobre esa base se puede impulsar el intercambio comercial.

El viceprimer ministro ruso, Ígor Sechin, precisó luego a la prensa que en las negociaciones ruso-chinas ya hay acuerdo sobre los volúmenes de gas que serán exportados anualmente al vecino país.

Se trata, dijo el responsable del sector de la energía ruso, de 30.000 millones de metros cúbicos desde Siberia Occidental, y de hasta 38.000 millones de metros cúbicos desde Siberia Oriental y la isla de Sajalín.

"Esta cooperación da a China estabilidad y la posibilidad de planear el desarrollo de su gran país a un plazo de decenios, y lo mismo a Rusia: estabilidad, un mercado creciente y contratos a largo plazo con precios estables, convenientes a nuestro Estado", explicó Medvédev la importancia del contrato del gas.

Los dos mandatarios suscribieron una declaración política conjunta en la que aludieron a los temas candentes de la actualidad internacional, en particular a los conflictos en los países norteafricanos, Oriente Medio, así como al problema nuclear en la península de Corea.

En el documento, ambos líderes remarcaron que la búsqueda de un arreglo a la situación en Oriente Medio y en el norte de África debe llevarse "en el ámbito de la legalidad y por medios políticos" y que "fuerzas externas no debe injerir en los procesos internos de los países de la región".

Medvédev y Hu manifestaron su preocupación por la situación en Libia y señalaron que para evitar una escalada de la violencia en ese país es necesario que se cumplan estrictamente y por todas las partes las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Hicieron hincapié en que no se puede permitir una "interpretación arbitraria" de esas resoluciones ni tampoco su "aplicación extensiva".

Las partes insistieron en la necesidad de un alto el fuego inmediato en Libia y de una solución pacífica al conflicto en ese país norteafricano.

En relación a la desnuclearización de la península coreana, ambos jefes de Estado subrayaron que este problema puede ser resuelto "solo con medios político-diplomáticos en el marco de las conversaciones a seis bandas".

Los líderes ruso y chino manifestaron su disposición a interactuar estrechamente con todos los participantes en las conversaciones a fin de reanudar el proceso de negociación.

Todo ello, añadieron, sobre la base del cumplimiento estricto de la declaración conjunta de China, Rusia, Estados Unidos, Japón y las dos Coreas del 19 de septiembre de 2005.