**En Canarias, el Partido Socialista perdió estrepitosamente las elecciones y el Partido Popular las ganó. Sin embargo, por empeño, egoísmo y mercantilismo del "nacionalista" Paulino Rivero, "primus inter pares", los socialistas gobernarán la Comunidad Autónoma, el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Santa Cruz, que, por culpa del hombre que nos rige desgraciadamente y se carcajea –véanlo– de la miseria, de los hambrientos, de los parados por su culpa, por su necedad política, y de la juventud canaria sin futuro, quedan, decimos, a merced de la voluntad del Sanedrín y de los políticos canariones de la "Gran" Canaria.**

HACE unos días dijimos en un comentario que por la vía del pacto en el Cabildo de Tenerife y de la alianza de don Paulino y su Coalición Canaria con los socialistas que han perdido estrepitosamente las elecciones en el Archipiélago, la Corporación insular tinerfeña estará gobernada desde Las Palmas durante esta legislatura. Es decir, por culpa de don Paulino, de su CC y de sus cómplices políticos, el hundimiento de Tenerife está a la vista y será inevitable. Las Palmas, si no lo remedia el pueblo desde la calle y EL DÍA desde sus páginas, será la capital única del Archipiélago y Santa Cruz no saldrá adelante porque, como ha ocurrido hasta ahora, sus proyectos quedarán paralizados para siempre. Adiós a la mejora de la playa de Las Teresitas y al puerto de Granadilla.

SEÑALÁBAMOS en nuestro comentario del viernes que estos son días tristes para Santa Cruz y para Tenerife, ya que por culpa del egoísmo político, de las ansias de poder de los mercantilistas de CC, el Cabildo de Tenerife ha pasado a depender de Las Palmas con don Ricardo Melchior como mera figura decorativa. Hoy domingo, retomando ese mencionado comentario del viernes, añadimos que desde ayer Santa Cruz tiene por alcalde a un político incompetente; a un atrevido sin talla política alguna que estará al servicio de Las Palmas porque no le queda más remedio si quiere continuar como alcalde. Serán los socialistas canariones, a través de sus colegas tinerfeños, los que decidan la política municipal santacrucera. Bermúdez será un alcalde pelele, un chisgarabís político y una absoluta desgracia que le ha caído a la capital tinerfeña.

TODO esto es consecuencia, lo decimos un día más, del egoísmo y la soberbia política de Paulino Rivero. Una actitud incomprensible que está causando estragos entre los habitantes y las empresas tinerfeñas. Las empresas que todavía estamos en pie, como también manifestábamos el viernes, porque la miseria de Canarias no ha hecho sino acrecentarse desde que el señor Rivero es presidente. Otros cuatro años sin que se produzca la imprescindible renovación en la cabeza visible del Gobierno regional supondrán más hambre, menos porvenir para los jóvenes y una continua tomadura de pelo para los votantes de CC, entre los que sabemos que hay muchos patriotas. Ni que decir tiene lo mucho que saldrá perdiendo la principal isla del Archipiélago frente a la tercera. Por eso insistimos en que lo que están haciendo don Paulino y su partido es una burla al pueblo. Y como asimismo dijimos el viernes, aunque nos vaya la vida en ello, EL DÍA y su grupo, incluida Radio EL DÍA, seguirán luchando por la libertad del pueblo canario y por la erradicación de la corrupción política mercantilista y el despreciativo ataque al pueblo chicharrero, tinerfeño y canario.

EL PP fue el ganador de las elecciones en Santa Cruz. Por lo tanto, la alcaldesa debe ser Cristina Tavío. Sin embargo, lo será un político que no le llega ni a los talones a García Sanabria. Lo peor, insistimos, es que ese político está condenado a obedecer los dictados de Las Palmas. ¿Culpable primero y único? Paulino Rivero. La gran desgracia que no esperábamos al fin surgió. Ya veremos si el señor Rivero es sólo culpable político y no también judicialmente responsable de otras tropelías. EL DÍA sigue sus averiguaciones. En el momento oportuno publicaremos un documento que existió y que se conoce en muchos estamentos. Por eso insistimos en que Paulino Rivero no puede volver a ser el presidente de Canarias, ni siquiera con pactos. Paulino Rivero, junto con sus Anitas, Ríos, Péreces, Barraganes y toda la servidumbre de baja estofa política que lo rodea, debe marcharse a Madrid para reunirse con su amado Zapatero; el hombre que les ha tomado el pelo a los nacionalistas de esta tierra de una forma insultante para el pueblo tinerfeño y canario. Dijo que el Estado español iba a invertir 25.000 millones en las Islas. Ja, ja, ja. ¿Dónde están? Nadie ha visto un euro de esa cantidad. Por si fuera poco, luego engañó a Paulino Rivero con el asunto todavía más cómico de las aguas. Unas aguas marroquíes según el Derecho internacional reconvertidas en españolas de la noche a la mañana y luego en canarias, todo ello por decisión unilateral de Zapatero. Qué risa. Hasta un niño se hubiese dado cuenta del embuste, pero don Paulino se lo creyó. No sólo se lo creyó, sino que incluso quiso convencer al editor de EL DÍA, sin duda pensando que es tan inepto como él, durante una visita que éste le hizo a su despacho de la Presidencia del Gobierno. Trató de convencer a José Rodríguez, como decimos, de que las aguas marroquíes se habían convertido en canarias porque así lo había dispuesto el presidente del Gobierno de España; un hombre internacionalmente desprestigiado por sus continuas torpezas. Como José Rodríguez no le siguió la corriente, duro contra él. Boicot absoluto contra EL DÍA.

AL final ha sido la isla de Tenerife la que ha perdido por culpa de don Paulino y de sus cómplices. Por eso reiteramos que Tenerife no tiene más salida, y también que Canarias no tiene más salida, que aguantar y esperar a las próximas elecciones para ver si nos quitamos de encima el lastre del falso nacionalismo, unido ahora, para colmo de males, al políticamente perverso socialismo. Como siempre, nos referimos al socialismo político y no al socialismo inteligente, humanista y limpio de pensamiento palabra y obras; ese sí lo admitimos.

COMO es lógico, a esta Casa llegan muchas confidencias al igual que llegan a los confesionarios. Por eso tenemos en nuestro poder el discurso que quiso leer, en su momento, una consejera del Cabildo de Tenerife durante la legislatura que concluye ahora. Un texto que en nada desmerece al "Yo acuso" de Émile Zola. Llegado el caso lo publicaremos para que se sepa en qué manos está Tenerife. Empezando por las del nefasto Paulino Rivero.

ESTAMOS indignados por Canarias y por las condiciones en las que viven sus habitantes; lo estamos porque la juventud, que es la esperanza del futuro, tiene que emigrar; lo estamos por muchos motivos. Por eso poco a poco iremos desmenuzando las propuestas aprobadas en la Asamblea de indignados de la Puerta del Sol, cuyos miembros piden democracia real ya. Estamos de acuerdo en que se eliminen los privilegios de la clase política, en que se reduzca el desempleo, en la bonificación para las empresas que no recurran abusivamente a la contratación temporal, en el derecho a una vivienda digna, en que los servicios públicos tengan la calidad de la que hoy casi siempre carecen, en que se establezca un control efectivo de los bancos, en que se persiga el fraude fiscal de manera efectiva, en que se fomenten las libertades de los ciudadanos y la democracia participativa, en que se proteja la libertad de información (lo cual no ha ocurrido con EL DÍA, ignominiosamente reprobado por un Parlamento de Canarias cuyos miembros debían velar precisamente para que prevalezca este derecho constitucional), coincidimos con los indignados en modificar la Ley electoral para que no se discrimine a ninguna fuerza política, en que se garantice la independencia del Poder Judicial, en que exista democracia interna en los partidos (lo que no ocurre en CC, donde es un déspota político quien decide lo que se hace), en que se suprima el Senado pues es una institución inútil y obsoleta en la mayoría de los países desarrollados y en que se eliminen las subvenciones a los sindicatos, partidos políticos y otras organizaciones "opacas".

A ESTOS motivos de indignación, que hoy sólo hemos citado de una forma somera, hay que añadirles en Canarias la circunstancia agravante de que aquí vivimos en islas y no en un territorio continental. Además de los problemas que conlleva tal condición, somos colonialmente prisioneros de España, en gran parte debido a que los nacionalistas que le prometieron al pueblo ocuparse de sus problemas –y el primero de nuestros problemas es la dependencia de la metrópoli- únicamente se han preocupado de ellos mismos y de su bienestar. En definitiva, coincidimos mayoritariamente con los indignados. Sólo discrepamos con una de sus propuestas, pero ya razonaremos por qué.

**Por cierto, ¿por qué los indignados no se instalan o hacen acto de presencia el día 22 de este mes ante el Parlamento de Canarias y "sus señorías" en las calles Teobaldo Power, Castillo, Pérez Galdós y Juan Padrón, para impedir una indignante atrocidad más de "sus señorías" contra el pueblo canario? Con este párrafo ya están avisados e invitados. El pueblo les aplaudirá a rabiar y les agradecerá su intervención para evitar nuevos desmanes y negocios económicos. ¡Ah, pacíficamente!**