Los socialistas palmeros incumplieron ayer las órdenes surgidas tanto desde la Ejecutiva federal como de la regional de su partido de apoyar a Coalición Canaria en Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane y optaron por repartirse con el PP las dos principales alcaldías de la isla. Esta decisión supone un reto para los nacionalistas canarios, que deberán elegir entre mantener el acuerdo regional con el PSC o romper el pacto, tal y como reclaman sus compañeros de La Palma, encabezados por Antonio Castro, que solo conservan dos alcaldías. Desde Madrid se anunció ayer que ocho concejales del PSC han sido expulsados del partido. El nuevo mapa político municipal apenas dejó sorpresas en las Islas.