Las comisiones negociadoras de nacionalistas y socialistas celebraron ayer la primera reunión para abundar en los detalles del pacto impuesto por las direcciones de ambas formaciones. En el encuentro que tuvo lugar en el despacho del candidato socialistas, en la zona de la plaza de los Patos, desde las 10:30 horas hasta las seis de la tarde -con un receso de una hora para almorzar-, los nacionalistas impusieron su organigrama de gestión municipal, desoyendo el recorte propuesto desde el PSC.

Las fuentes consultadas precisaron que los socialistas plantearon ocho concejalías de gestión más el alcalde, si bien los nacionalistas han planteado trece, más el alcalde, cargo este último que, según se dijo ayer de forma eufemística, "decidirá quién lo ocupa las direcciones regionales". Para las fuentes socialistas consultadas, se trata de una fórmula recurrente para evitar que Julio Pérez se tenga que desmarcar ahora de la negativa que anunció a pactar con CC, justo lo contrario del sendero que le ha impuesto su partido, que obliga al PSC a no fijarse en el PP.

La escenificación del pacto.- La reunión maratoniana de ayer fue una escenificación de un pacto que ya está hecho por la regional, aseguran las fuentes socialistas, por eso fue tan infructuosa, valoran. Otros militantes cercanos a la negociación de ayer son contundentes a la hora de valorar el avance del PSC: "Ha sido una rendición sin condiciones".

Eufemismos y frases hechas para dar largas aparte, el pacto entre nacionalistas y socialistas está hecho en Santa Cruz, por más que ayer no se hablara de programa cuando, en la segunda parte de la reunión, se preguntó qué iba a ocurrir con el Plan General, el desarrolló estratégico, económico o turístico de la ciudad. "Ya se verá" fue la frase más recurrente por parte de los nacionalistas a las preguntas de los socialistas. En el encuentro, solo se fijaron las cuotas de poder. Habrá un alcalde -Bermúdez, aunque no se dijo- y ocho tenientes de alcalde, de los cuales cuatro corresponderán al PSC y el resto, a CC.

Reestructuración.- Según la configuración municipal que le entregó CC al PSC de cómo va a quedar configurado el gobierno local, la reestructuración establece las siguientes concejalías: la primera, coordinación y planificación estratégica de la ciudad, que correspondería a Julio Pérez. Aunque el líder socialista la "vende" como un macrodepartamento de coordinación al estilo del poder que llegó a asumir en su mejor época Manuel Parejo, se trata de un departamento con más nombre que poder ejecutivo.

El resto de áreas serían Hacienda, Patrimonio, Compras y Contratación; Servicios Territoriales, Urbanismo y Viviendas Municipales; Infraestructuras, Obras y Servicios; Economía y Competitividad (empleo, comercio y turismo); Recursos Humanos y Promoción Tecnológica; y Seguridad (Protección Civil y emergencias.

Además, el titular de Cultura tendría asignado un distrito, también el edil de Deportes sería responsable de otro distrito y el de Fiestas, también gestionaría otro distrito de Santa Cruz).

La estructura incorpora Educación y Políticas Sociales (incluye el IMAS), Medio Ambiente y Sanidad, quedando pendientes de asignar dos distritos.

Contrapartidas.- Las fuentes consultadas explicaron que el pacto CC-PSC está hecho en Santa Cruz, más allá de los graves incumplimientos de los nacionalistas en Lanzarote y Gran Canaria. Para desagraviar esas situaciones, serán las direcciones regionales quienes deban establecer contrapartidas, que por ejemplo se podría traducir como la entrega de una consejería del Gobierno de Canarias para el PSC, pero nunca alterar el pacto en Santa Cruz. "Hace tiempo que está hecho. Tenemos que apoyar a la lista más votada de socialistas o nacionalistas. El lunes avanzaremos posiblemente ya en los nombres porque el pacto se quiere anunciar el jueves, pues se presentará como una negociación global que se suscribe para garantizar la estabilidad en el Gobierno canario y en las principales administraciones del archipiélago". "En la actualidad se están haciendo algunas escenificaciones porque los nacionalistas saben que los socialistas vamos a pactar con ellos, pero hay que representar para intentar llegar a un acuerdo de máximos", explican, y que sirva, además, para justificar "nuestra participación en el gobierno municipal, para evitar dar la imagen de que el PSC se va a entregar". En las filas socialistas reina el desconcierto, por ver cómo en cuestión de horas, casi días, Julio Pérez ha pasado de ser beligerante con el pacto a estar entusiasmado con su macroárea de desarrollo estratégico. Algunos se muestran sorprendidos por la actitud de ayer de José Ángel Martín, uno de los socialistas más críticos del PSC, que ayer parecía menos preocupado en pactar, siempre según fuentes del propio PSC. A la hora de buscar la versión nacionalista, fue llamativa la versión del líder, Bermúdez, quien rechazó dar datos porque había prometido silencio a Pérez. Cuando se busca la versión entre otros miembros de la comisión, estos se escudan en el silencio que impuso Bermúdez.