El Rey será dado de alta "en tres o cuatro días" en el Hospital USP San José de Madrid tras ser intervenido ayer para implantarle una prótesis de rodilla, llevará muletas durante dos o tres semanas y tardará un mes o mes y medio en recuperar su actividad física habitual.

Así lo explicó, en una comparecencia ante los medios, el doctor Ángel Villamor, director de la Unidad de Traumatología y Recuperación Avanzada de este hospital y responsable de la cirugía con la que se ha implantado a Don Juan Carlos una prótesis de titanio para sustituir la articulación deteriorada de su rodilla derecha.

Según precisó Villamor, el Rey abandonaría anoche u hoy el área de observación para trasladarse a una habitación del centro hospitalario, donde podrá empezar hoy mismo a apoyar por completo el pie derecho en el suelo, caminar e iniciar de forma inmediata una "fisioterapia intensiva".

Sobre si completará la rehabilitación en Madrid o en Barcelona una vez reciba el alta médica en el Hospital USP San José, el jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, Avelino Barros, que compareció junto a Villamor, señaló que no podía confirmar "dónde", si bien puntualizó que la recuperación "sería a nivel domiciliario".

La pregunta sobre si podría seguir la rehabilitación en Barcelona tiene relación con el hecho de que el seguimiento médico del estado de salud general del Rey se suele realizar en la Clínica Planas de Barcelona, donde también completó su recuperación el año pasado, tras la intervención en un pulmón para extirparle un nódulo.

Villamor visitó al Rey en el área de observación, donde lo encontró "sonriente, muy animado", "feliz" por el resultado de la operación, "sin apenas dolores" y "muy motivado", deseando comenzar la rehabilitación "lo más pronto posible", para poder recuperarse "como los deportistas profesionales".

En este sentido, el traumatólogo destacó el "espíritu de deportista profesional" mostrado en todo momento por Don Juan Carlos, quien, durante la propia intervención quirúrgica, comentaba los distintos pasos de la cirugía que le estaban practicando y daba ánimos al equipo médico.

Respecto a si sería conveniente que el Rey se sometiera en el futuro a alguna intervención quirúrgica más para paliar otras consecuencias de sus lesiones deportivas, expresó su confianza en que con los actuales tratamientos sea suficiente para responder adecuadamente a posibles molestias en el resto de articulaciones.

El equipo encontró durante la cirugía "lesiones importantes" y articulaciones "muy deterioradas", incluso con zonas de fricción directa entre dos huesos, por lo que al traumatólogo le sorprende que el Rey no se hubiera quejado tanto como hubiera sido razonable en vista de esta situación.