Un grupo de senderistas ha remitido a EL DÍA un comunicado en el que muestra su repulsa al acuerdo del Consejo Insular de Caza, cuya última reunión tuvo lugar el pasado día 25 de mayo, que permite la utilización de escopeta durante el mes de agosto, período en el que los caminos naturales son más utilizados por los turistas.

Los afectados dicen que la Orden General de Veda 2011 aprobada para la Isla "permite la actividad cinegética con arma de fuego al mismo tiempo que los senderos experimentan una de las mayores afluencias de visitantes de todo el año", lo que entienden contraproducente para la imagen del destino.

Los senderistas hacen especial hincapié en que durante el mes de agosto "es cuando el turismo peninsular elige preferentemente La Palma como destino. Es un mes de alta ocupación por parte del practicante de senderismo". Por ello, entienden que el acuerdo del Consejo Insular de Caza no es adecuado, ya que "la caza, en parte reñida con el senderismo, genera inseguridad, amén de suponer una imagen alejada de la tranquilidad que el excursionista pretende encontrar cuando ha decidido visitar la Isla para disfrutar de sus valores naturales".

Para este grupo "no se comprende el esfuerzo" que desde la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo Insular se ha realizado para promocionar el senderismo en La Palma, con la organización de eventos como la Transvulcania, "todavía con los ecos de su éxito", y, al mismo tiempo, "es la misma Consejería que dirige Julio Cabrera la que desatiende los consejos de unificar la temporada de caza en Canarias".

En este sentido, los senderistas informan de que en el resto del Archipiélago "la temporada de caza comienza el mismo mes, pero únicamente con perro y hurón, con lo que se posibilita un uso del medio natural de forma mucho más razonable y menos peligrosa". En esta línea, entienden que "unificando el calendario cinegético al resto de las Islas, se cuidaría mejor la imagen de una isla que ha querido apostar por el senderismo como una de sus señas de identidad", tal y como se desprende del Plan Territorial Especial de la Ordenación Turística de La Palma.