El antiguo líder militar serbobosnio Ratko Mladic comparecerá el mañana ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), donde le espera una acusación renovada ayer por la Fiscalía con cargos de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad. Un día después del ingreso de Mladic en la prisión del Tribunal, el fiscal jefe, Serge Brammertz, enmendó ayer el acta de acusación para reducir de 15 a 11 los cargos y facilitar así el desarrollo del proceso.

Las acusaciones se presentarán formalmente al ex general serbobosnio mañana, cuando se personará por primera vez ante los jueces y tendrá la oportunidad de declararse culpable o inocente. Si se niega a pronunciarse, los jueces convocarán otra comparecencia con la misma finalidad en un plazo de 30 días.

Esa podría ser la primera de toda una serie de maniobras dilatorias que ya utilizaron en el pasado otros procesados por el TPIY.

El fiscal jefe apostó ayer por un proceso ágil, pero que garantice que Mladic reciba un juicio justo. Brammertz recordó que la fecha del inicio del proceso "no está en manos de la acusación", entre otras cosas porque "los derechos de la defensa tienen que ser respetados también en este caso". Otro de los elementos que plantea dudas en este sentido es la mala salud del acusado.

El TPIY considera prioritario ofrecer una buena atención médica a Mladic, cuyo estado de salud podría ser uno de los principales obstáculos para la marcha del juicio. Mladic "recibe los mejores cuidados médicos posibles", indicó hoy en rueda de prensa el secretario del TPIY, John Hocking, quien, sin dar detalles sobre el estado de salud del acusado, sí puntualizó que éste al menos no tiene tendencias suicidas.

Contando con precedentes como el del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, que falleció en marzo de 2006 en su celda cuatro años después del inicio de su nunca finalizado juicio, el TPIY es consciente de la importancia de la atención médica al nuevo inquilino de su prisión.

A sus 69 años, Mladic ha sufrido recientemente un derrame cerebral y, según medios locales serbios, fue operado en 2009 y sometido a un tratamiento de quimioterapia.

"No conocemos todos los detalles sobre su salud", comentó ayer el fiscal.

Se espera que mañana, cuando Mladic comparezca ante los jueces, se revelen nuevos detalles sobre su condición física.

Aunque las autoridades de Belgrado consideraron que Mladic estaba en condiciones de ser extraditado, su familia y su abogado han mantenido que el presunto criminal de guerra no puede afrontar su juicio en el tribunal de La Haya.

Mladic ingresó el martes en la prisión del TPIY, situada en Scheveningen (cerca de La Haya) y que tiene fama de ser una de las cárceles del mundo con mejores condiciones para los detenidos.

El "carnicero de Srebrenica" está acusado de once cargos de crímenes de guerra y lesa humanidad entre los que se encuentra el de genocidio por la masacre de casi 8.000 musulmanes en esa ciudad bosnia en 1995.

El TPIY juzga a Mladic en la recta final de su mandato, que finaliza en el año 2014, aunque no dejará casos abiertos sin terminar.

Brammertz destacó ayer la importancia del apoyo de la comunidad internacional para asegurar el presupuesto que permita al TPIY lograr todos sus objetivos.