Dos tanques de aceite explotaron ayer en el puerto de Gibraltar, en la colonia británica, creando una columna de humo "impresionante", según los testigos. La primera detonación, que se registró a las 15:35, dejó dos españoles heridos, de 25 y 40 años, este último de gravedad, hasta el punto de que sus lesiones hacían temer por su vida. Además, 12 extranjeros, pasajeros del crucero "Independence of the Seas", atracado en la zona, también sufrieron daños.

En la segunda no hubo víctimas, porque la Policía se había desplazado al lugar y había montado un dispositivo de seguridad, evacuando a los trabajadores y los ciudadanos que se encontraban en los alrededores del dique norte del puerto.

"Las llamas están en la zona norte del puerto", informaba Antonio Muñoz, portavoz del colectivo ecologista en el Campo de Gibraltar. Una columna de humo "impresionante" llenaba el paisaje que se aprecia desde el puerto de Gibraltar, mientras los bomberos y la Policía intentaban sofocar las llamas y los barcos de las inmediaciones salían de la bahía para evitar daños.

Todo comenzó con la explosión de un tanque que contenía una mezcla de agua y aceite. La detonación dejó dos españoles heridos, uno de ellos de carácter grave. El Instituto Armado confirmó que fue ingresado en el hospital Carlos Haya de Málaga. El que tuvo lesiones de carácter leve fue atendido en el mismo Gibraltar, al igual que los 12 turistas que estaban a bordo del crucero atracado en la colonia.

El recipiente se encontraba situado en el muelle norte. Fuentes de la Guardia Civil informaron de que el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) captó que varios navíos se alejaban de la zona a partir de las 15.30.

En el puerto había un segundo tanque de fuel que también ardió. Las tareas de refresco de diferentes colectivos de la colonia no evitaron que la combustión afectase al otro depósito, de las mismas dimensiones y características que el anterior.

En este caso, no hubo heridos, ya que la Policía montó un dispositivo de seguridad en cuanto llegó a la zona y evacuó a los trabajadores y los ciudadanos que se encontraban en los alrededores del dique norte del puerto.

El viento desplazaba anoche el humo hacia el mar y los dispositivos de la Junta de Andalucía no habían detectado hasta el momento contaminación en el aire.