El coronel libio Muamar al Gadafi confirmó el lunes al presidente sudafricano, Jacob Zuma, que no está dispuesto a dejar Libia, pero que acepta un alto el fuego y establecer negociaciones para poner fin al conflicto que vive el país.

En un comunicado difundido ayer, la Presidencia sudafricana recalca que, en la reunión mantenida el lunes en Trípoli entre Zuma y Gadafi, este último "reiteró su acuerdo con un alto el fuego y un diálogo entre el pueblo libio para encontrar una solución política al conflicto".

La postura de Gadafi, que ya hace más de un mes había aceptado negociar, pero no abandonar el poder, choca con la de la OTAN y los rebeldes del Consejo Nacional Transitorio, con sede en Bengasi, que exigen su marcha para abrir cualquier tipo de diálogo.

"Gadafi manifestó su enfado con los bombardeos de la OTAN sobre Libia, que han costado la vida a su hijo y nietos y que siguen causando destrucción de propiedades y acabando con vidas", agrega el escrito de la Presidencia de Sudáfrica.

En todo caso, según este comunicado, el gobernante libio "pidió el fin de los bombardeos para permitir un diálogo entre libios, pero recalcó que no está dispuesto a dejar el país, pese a las dificultades".

Régimen "acabado"

Por otra parte, el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, afirmo ayer en Bengasi que el régimen de Gadafi se "ha acabado" y destacó que el coronel no tiene otra alternativa que abandonar Libia, según la cadena catarí Al Yazira.

En una conferencia de prensa, Frattini anunció que ha firmado un memorando de entendimiento con los dirigentes rebeldes libios que incluye un paquete de ayuda de "grandes cantidades de combustible y grandes cantidades de dinero por valor de cientos de millones de euros", aunque no precisó su monto exacto.

Según el ministro, la compañía de hidrocarburos italiana Eni -la petrolera extranjera con mayores inversiones en Libia- ha ayudado en ese paquete de ayuda al Consejo Nacional Transitorio (CNT), el máximo órgano de los insurgentes.

"Gadafi no tiene ningún apoyo internacional, los líderes del G8 lo rechazan y sus más próximos colaboradores lo han abandonado, debe irse".

El jefe de la diplomacia italiana dijo que su país continuará prestando apoyo financiero, militar y político al CNT, con cuyos dirigentes se reunió ayer en el bastión rebelde.