El mejor dulce de leche argentino, uno de los productos insignia del país suramericano, ha sido premiado en un concurso que, además, galardonó al mejor helado y al mejor alfajor hechos a base de este cremoso manjar.

Una decena de dulces de leche, elaborados tanto por grandes empresas como por firmas familiares, recibieron medallas por su alta calidad en el concurso organizado en el marco de Mercoláctea 2011, la mayor feria de la industria láctea argentina.

Un trabajo envidiable para los jurados, que han debido empacharse de esta dulzura para elegir a los mejores dentro de un mercado amplio, que produce 99.726 toneladas anuales de dulce de leche, con un consumo promedio pér cápita de 3 kilos por año.

"Para lograr un buen dulce leche es muy importante cuidar el proceso de elaboración y obtener un buen sabor, brillo y apariencia", dijo hoy Julio Romero, de Aires de Luján, un dulce de leche que se alzó con una medalla de plata en la competencia.

El concurso también premió por segundo año consecutivo a los mejores helados con sabor a dulce de leche, el gusto preferido por los argentinos en materia de cremas heladas.

"Nosotros elaboramos nuestro propio dulce de leche, que es la base para el helado, para el que además utilizamos leche fluida y en polvo y crema de leche", explicó Raúl Moronta, jefe de Ventas de la cadena de heladerías Los Amores, cuyo helado de dulce de leche ganó una medalla de plata en esta edición del concurso.

Como novedad, este año Mercoláctea sumó al concurso los alfajores de dulce de leche, categoría en la que se consagraron pequeñas firmas de las provincias de Córdoba y Chubut, donde esta golosina es casi un producto artesanal que los turistas se llevan como recuerdo en cada visita.

"El alfajor es un producto consumido en todos los niveles sociales y por todas las edades, entonces nos pareció que era importante incorporar este producto al concurso", señaló María Marta Gallinger, coordinadora del concurso.

Elaborados hace 140 años en Argentina, el alfajor, un dulce de origen árabe traído a América por los colonizadores españoles, esta exquisitez consta simplemente de dos galletas dulces unidas por una capa de jalea o dulce de leche y puede estar bañado, por ejemplo, con chocolate.

Con un consumo diario de 11 millones de unidades al día, en el mercado argentino se comercializan cuarenta tipos diferentes de alfajores, pero el más popular es el de dulce de leche.