Los restaurantes de la provincia de Buenos Aires, la más poblada y rica de Argentina, se comprometieron hoy a retirar los saleros de sus mesas para combatir la hipertensión arterial.

Se trata de una iniciativa del Ministerio de Salud bonaerense, que quedó plasmada hoy en un acuerdo refrendado, además de los empresarios gastronómicos, por el sindicato de panaderos de la provincia, que elaborarán productos con bajo contenido en sodio.

Sobre una población total de 15,6 millones de habitantes, unos 3,7 millones de bonaerenses padecen hipertensión, primera causa de accidentes cerebrovasculares y uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, según informó hoy el Ministerio de Salud bonaerense.

En el caso del acuerdo suscrito con la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), los establecimientos gastronómicos de la provincia sólo acercarán el salero a sus clientes en caso de que estos lo soliciten expresamente, siempre después de haber probado el plato.

"En promedio, cada argentino consume 13 gramos de sal por día cuando, según la Organización Mundial de la Salud, se deberían consumir menos de cinco. Si en la provincia pudiéramos bajar tres gramos el consumo diario evitaríamos unas 2.000 muertes al año, sobre todo, por accidentes cerebrovasculares", dijo el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia.