El español de origen sirio Moutaz Almallah Dabas, último de los procesados por los atentados del 11-M que queda por ser juzgado, se sentará en el banquillo de la Audiencia Nacional a partir de hoy para enfrentarse a una petición del fiscal de 8 años de cárcel por colaboración con banda armada.

Almallah no pudo ser juzgado en el macrojuicio por los atentados de Madrid, celebrado en 2007, por encontrarse detenido en el Reino Unido, desde donde fue extraditado a España el 8 de marzo de ese mismo año, cerca de un mes después de que comenzara la vista oral.

Moutaz, al igual que su hermano Mouhannad -que fue juzgado en 2007 y quedó absuelto por el Tribunal Supremo tras ser condenado a 12 años de cárcel por la Audiencia Nacional-, está acusado de captar a jóvenes islamistas para enviarles como muyahidines a zonas en conflicto y a los que albergaban en una vivienda alquilada en la calle de Virgen del Coro de Madrid.

Meses después de su extradición, el 31 de octubre de 2007, Moutaz quedó en libertad bajo fianza de 10.000 euros por orden del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que sustituyó en el juzgado a Juan del Olmo.