Amaral está a la espera de descubrir los planes del club para la próxima campaña, en la que se supone que él será el entrenador y para la que había avanzado parte del proyecto que tiene en mente. La contratación de Cordero como nuevo director deportivo abre muchas incógnitas, incluso para el técnico, que asegura no "tener ni idea" de cómo será el Tenerife 2011/2012.

¿Cómo y cuándo se entera de la contratación de Pedro Cordero?

Me lo comentó Quique (Medina). Lo había leído o escuchado.

¿Tenía alguna referencia de él?

Lo conozco de mi etapa en el Cartagena, pero no voy a enjuiciarlo. Sé que ha jugado al fútbol y que se ha manejado en esta profesión, pero es el presidente quien habrá evaluado su contratación.

Entonces, el presidente no le consultó antes de contratarlo.

No me pidió mi opinión, pero tampoco es que lo tuviera que hacer. Cada cuál es responsable de lo que hace. Lo normal es que me lo hu-biera comentado, pero creyó oportuno no hacerlo y no pasa nada. Y ahora decir que mi continuidad es un tema del director deportivo... no, no... Eso hay que preguntárselo al presidente, no al director deportivo. Aquí no va estar uno teniendo miedo por querer estar un año más.

Cuando se comprometió con el Tenerife el pasado mes de abril, ¿lo hizo también para configurar el nuevo proyecto deportivo?

Firmé para los diez partidos que quedaban y para la temporada siguiente, independientemente de la categoría en la que nos tocara competir. A partir de ahí me he reunido con Juanjo (Lorenzo) y con (Alfredo) Merino para hablar de futbolistas, pero de una manera informal. Hasta ahí llego yo.

¿Considera que su idea original se aleja con la incorporación del nuevo director deportivo?

Es que no sé exactamente cómo será el proyecto. Si lo supiera, podría decir si se aleja o no.

Aparte de recuperar a exjugadores del Tenerife para reforzar la plantilla y también para otros cargos, ¿en qué consiste el proyecto que le gustaría realizar?

La idea era tener una mezcla de ju-gadores de aquí y de fuera e intentar trabajar bien desde abajo -que es algo que se está haciendo- para llegar mejor arriba y abrir un poco el grifo, adelantando tiempo.

¿Cree que eso se llevará a cabo?

No lo sé, no tengo ni la más remota idea de lo que se va a hacer. Si lo creen oportuno, ya lo explicarán.

¿Cómo se toma que el presidente advirtiera que será el director deportivo quien decidirá si Amaral sigue siendo el entrenador?

Habría que preguntarle a él, que es quien me firmó el contrato. El presidente debería apoyar mucho más las decisiones que tomó conmigo. Cuando firmas a un entrenador para diez partidos y una temporada más, lo tienes que apoyar.

Pero el presidente asegura que a usted lo fichó Juanjo Lorenzo...

Pero él es el presidente. De todas formas, habrá que esperar.

Quedó la sensación, a lo mejor errónea, de que Amaral iba a ser más que el entrenador, que iba a tener más peso en el proyecto...

Por eso digo que habrá que preguntarle al presidente lo que ha hablado con el director deportivo o esperar a que Cordero lo cuente. No tengo ni la más remota idea.

¿Se siente decepcionado?

No, no. En absoluto. Como tengo las cosas claras en mi vida, no le doy vueltas al molinillo si no hay café. No soy tonto. Y no estoy pensando en una cosa que no ha sucedido y que no depende de mí. Eso habrá que preguntárselo a otros.

¿Se ve en el Tenerife 2011/12?

Quique Medina y yo tenemos una temporada más de contrato y el club tiene que saber qué es lo que quiere y qué es lo que deja de querer, y ya está. A lo mejor tendré cosas que opinar cuando llegue el momento, si me interesa o no.

¿Había avanzado en el proyecto para la próxima campaña?

Sí, sí. Tenía mis ideas, mis contactos... No pasa nada por pensar en el futuro, porque son cosas que un entrenador tiene que prever sin desatender la competición en la que se encuentra en ese momento.

Incluso habrá elegido a los jugadores que querrá tener...

Sí. De todo. Hemos pensado en traer gente, sabiendo la situación del club, en buscar a las personas apropiadas para hacer un Tenerife fuerte... Pero no solo está David, hay más gente que lo puede hacer.

Si continúa, ¿la apuesta por la cantera está garantizada?

Cuando he estado en el Tenerife siempre han salido jugadores y muchos están triunfando, como Ángel, Vitolo, los dos Ayozes... El club ha tenido un patrimonio gracias a ellos. Y no los pongo de cara a la galería. Me niego a pensar que lo nuestro no vale. Si me atacan y el club mete una defensa fuerte porque cree que he ayudado, bienvenido, pero que no me dejen solo.

Y ahora, todo eso se puede aprovechar... o quedar en el olvido.

No sé. Habrá que preguntarle a ellos. Si cabe la posibilidad de que sea así, bien, y si no, también.

¿Qué jugadores quería traer? ¿Tinerfeños que están fuera?

Indudablemente, y jugadores jóvenes, con hambre, con experiencia... Pero también algunos que no son de aquí. Y cuidar muchísimo más lo nuestro, que realmente lo tenemos semiabandonado. Todo, para que el club no pierda la identidad.

¿Y si no es así? ¿Se adaptará?

Será una frustración para mucha gente. Al final eres un profesional y tienes que trabajar y aprovechar lo que te ponen en las manos. Si se da el caso, intentaría hacerlo lo mejor posible con Quique Medina.

¿Echa de menos tener más información sobre el proyecto?

Indudablemente. A mí nadie me ningunea. Me gusta que se valore que tanto Quique como yo hemos entrado en el club en una situación complicada y hemos mantenido viva a la plantilla para que compita de manera elegante y dando una buena imagen. Eso es algo que se tiene que defender por parte de los que están al frente del club y también por parte del presidente. Hay que salir a la palestra y hacerlo. Eso es lo que uno quiere. A lo mejor no se ha hecho con nadie, pero esta situación es muy dura y no es fácil motivar a unos jugadores a los que se les ha dicho que no van a contar con ellos. Y encima, metiendo canteranos, con los que estoy contento porque han dado un resultado buenísimo, junto con el resto de compañeros.

¿Habría preferido que el club dejara para el final de la Liga las reuniones con los jugadores pa-ra explicarles la conveniencia de que se marchen a otros equipos?

El club actuó bien, las cosas como son. Me parece correcto, pero también hay que apoyar al cuadro técnico en todos los sentidos.

¿Cómo? ¿Aclarando que el entrenador que está ahora será el mismo de la próxima Liga?

No, sino saliendo a la palestra al ver que hay gente que aparece di-ciendo tonterías y perjudicando la imagen de unos entrenadores que están trabajando en una situación difícil. Eso se ha echado en falta.

¿Se han sentido indefensos?

No, porque uno se defiende solo, pero una ayuda procedente del club siempre viene bien, sin duda, y eso no ha existido. Solo digo que con estas cosas se tiene que aprender. Si es así, bienvenido sea.

En su regreso al club, ¿ha notado más división en el tinerfeñismo?

A veces me critican por ser demasiado claro, pero cada uno es como es y creo que todo vale siempre que haya respeto. Me parece que no hay que perder el señorío ni ser aprovechado u oportunista o atacar al que está aquí porque sí. Eso no es justo. Si entro en el Tenerife, habrá gente a la que no le guste, pero quizás porque tiene algún problema personal, porque no me llevo con sus amigos o porque soy de una determinada manera. Pero, ¿estamos hablando del Tenerife o de mí? Hay que pensar en el club. Digo las cosas dentro y fuera, gus-te o no, y no porque sea rencoroso, sino para que este club mejore.

Ahora que ha logrado que los resultados mejoren, ¿le da más pena no haber regresado antes?

No, porque cada uno sabe lo que puede hacer y hasta dónde puede llegar. En cualquier caso, agradezco que hayan pensado en mí. Era el momento de gastar la última bala, aunque desgraciadamente para estos casos siempre aparecemos los de aquí. Y eso duele, porque a todos nos gustaría empezar un proyecto, como sí han hecho otros. Nosotros tampoco tenemos que sentirnos menos que nadie. Si no somos entrenadores para estar en le Tenerife o no nos dan esa posibilidad, que no es mi caso, es preferible que en la Federación no den más títulos. No me negaré nunca a que venga alguien de fuera, porque yo he salido y me han recibido siempre muy bien, pero nosotros somos válidos.

¿Cuándo empezó a sospechar que el Tenerife iba a correr serios peligros esta temporada?

Nunca entendí un cambio de entrenador a los cuatro partidos. Cuando sucede eso puede haber problemas. Pero, en realidad, el descenso es producto de una sucesión de muchas cosas. No estoy haciendo responsable a ningún técnico; cada uno tendrá su parte. Yo tengo la mía. Es la suma de todo, y no solo cosa de los banquillos.

¿Faltó paciencia con Arconada?

No lo sé. Habría que preguntarle a las personas que estaban en ese momento para ver si era el proyecto que querían o no lo era.

¿Y los jugadores? Usted los ha defendido en todo momento...

Desde que llegué al club, su comportamiento ha sido muy bueno. Entiendo el disgusto de los aficionados, pero me parece injusto que sean los únicos señalados. Los futbolistas han cometido sus torpezas, pero hay mucha gente que ha tenido errores y cada uno debe apechugar con lo suyo. También debe ser doloroso que alguien como el presidente pague y se encuentre con este marrón. Todos tenemos responsabilidad, incluidos los medios de comunicación.

¿Cuál es la cuota de los medios?

No haber alertado del peligro y haber endulzado demasiado las cosas. A lo mejor tuvieron que abrir un poco más los ojos a la gente. También pudo pasar que algunos sí fueran críticos y no les hicieran caso. Cada uno sabrá. Los únicos que se libran de lo que ha pasado son los aficionados, que han soportado lo inaguantable.