El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, declaró hoy en Varna (Bulgaria), que la operación militar de la Alianza está logrando sus objetivos en Libia, pero que la presión continuará hasta que cesen los ataques contra civiles.

Según indicó Rasmussen ante más de 400 delegados en la sesión primaveral de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN reunidos en la ciudad marítima del país balcánico, las fuerzas de la Alianza alcanzaron un "notable progreso en Libia" y han degradado la habilidad de Muamar Al Gadafi para matar a su propio pueblo.

"El reino de terror de Gadafi se aproxima cada día más a su fin. Él está cada vez más aislado, tanto en casa, como en el extranjero, e incluso sus más allegados lo abandonan. Ya es hora de irse", dijo Rasmussen ante el foro.

Añadió que la crisis no puede ser resuelta solamente por medios militares, sino hay que buscar una solución política para establecer una paz estable y real.

Rasmussen no dio una fecha para el fin de la operación militar contra el régimen de Trípoli, que se inició el pasado 19 de marzo, y se negó a hacer predicciones sobre la futura actuación de la OTAN en el país árabe.

"No quiero hacer pronósticos sobre plazos, pero debe quedar claro que nosotros, en la Alianza, hemos definido tres objetivos militares claros", dijo.

El primero es el alto el fuego contra civiles, seguido de la retirada de las fuerzas armadas y las milicias de Gadafi de sus posiciones y el tercer objetivo es el acceso total y sin obstáculos de ayuda humanitaria a Libia.

"Cuando estos tres objetivos se hayan cumplido, nos retiraremos de Libia", explicó Rasmussen a la televisión estatal búlgara BNT, al margen del foro de Varna.

Afirmó que la OTAN no va a intervenir en Siria ni tampoco en Yemen, y que se ocupará solo de Libia, porque tiene un claro y evidente mandado de la ONU para intervenir en ese país africano.