Ante las críticas de vecinos sobre la caótica situación que presenta la urbanización de Tabaiba, en el municipio de El Rosario, este periódico se ha desplazado a dicha zona para ver la realidad del estado de las infraestructuras de este núcleo poblacional, coincidiendo las denuncias ciudadanas con las imágenes del entorno.

Son las 12:00 horas. Al entrar a Tabaiba paramos en la carretera. Un disco de paso de peatones tirado en el suelo, basura y una parte de un viejo contenedor reciben al visitante.

Un señor se aproxima. Lo paramos y, tras decir que se llama Antonio García, le preguntamos si hay problemas en Tabaiba. Lo que informó aumentó la temperatura del radiante y caluroso día al afirmar: "Usted se ve que no conoce lo que pasa aquí. Mire, lo primero que le voy a decir es que para tener que coger la guagua exponemos cada día nuestras vidas".

Explicó que los vecinos, para utilizar el medio de transporte público, se tienen que desplazar unos 900 metros por un tramo de la carretera de unos 60 centímetros de ancho que lo han convertido en acera, delimitado con barreras de hormigón. Pero la situación se complica más y aumenta la inseguridad, porque al acabarse dicho pasillo, el vecino debe transitar unos 100 metros por la carretera, bien al borde del asfalto con coches pasándole a escasos centímetros de su cuerpo o metiéndose dentro de las escorrentías del agua, es decir, una conducción de hormigón en forma de V que garantiza la caída segura de optar por ello.

Juan denunció que "la parada no está en el lugar correcto porque el Ayuntamiento de El Rosario, cuando se ejecutó el proyecto de la ampliación de la TF-1, no hizo las alegaciones aportunas".

Como este amable vecino se tenía que ir, le dijimos que si había otra cosa grave que pudiéramos conocer y solo nos dijo que bajáramos hacia Tabaiba y que viéramos el estado de la calle Alemania. Al llegar a dicha vía, nos encontramos con que el muro que separaba dicha vía con la de España se cayó cuando la riada y todo permanece igual. Bajamos a la segunda de las citadas calles y lo que vimos es para calificarlo de alerta máxima. Debajo de la calle Alemania se ve una gran oquedad que en cualquier momento puede hacer que el firme de la calle Alemania ceda, lo que originaría que los vehículos cayeran a la calle España desde una altura de más de 3 metros. Y parece que los organismos oficiales competentes están ciegos ante el grave problema, no solo porque no han actuado sino que la imagen se mantiene intacta, con pivotes caídos y cañerías rotas al aire.

Seguimos hacia la zona de la playa, pero por el camino las imágenes hablan por sí solas. Las calles necesitan ser repavimentadas, hay baches, grietas y mucho parche mal puesto encima de los pavimentos y falta señalización horizontal. En la calle España hubo un socavón, hoy con un parche asfáltico encima, que los vecinos dijeron que hace tiempo un chico por dicho desperfecto tuvo un accidente al pasar por el hueco de dicha vía.

Los vecinos se quejan, además, de que ahora están restituyendo farolas de la calle Alemania que se llevó en su día el "Delta", con todo este tiempo teniendo una vía insegura con peligro de caídas ante la falta de luz.

También hay quejas en relación con el túnel de Tabaiba Media-Alta y Baja, ya que los peatones solo pueden caminar por un lado en el que no hay aceras, las cuales son demandadas, así como que se proteja la zona y se señalice.

Habitantes de Tabaiba denunciaron igualmente el hecho de que aún hay edificios en los que la energía eléctrica le viene de grupos electrógenos alimentados por gasoil, lo que repercute en que a menudo se estropeen electrodomésticos por no disponer de una energía en condiciones.

Al final llegamos a la playa. En el mar, un pescador nos muestra cómo flotan en el agua heces fecales, al tiempo que hay zonas con una capa oscura que los que están tomando el sol lo atribuyen a que se están vertiendo aguas residuales al mar al no disponer de una depuradora en condiciones.

Juan y Andrés, dos bañistas que llevan mucho acudiendo a esta playa de Tabaiba, dijeron: "No es lógico que cada vez que entremos en el agua para bañarme tenga que ir apartando basura con la mano, cuando antes estas aguas eran cristalinas".

Ambos vecinos denunciaron que la piscina está olvidada, ya que la pintura azul presenta varias zonas negras por haberse caído el recubrimiento. Además, Rosi y Elena echaron en falta una ducha para utilizar antes y después de bañarse, así como que una explanada que existe sin utilizar sea acondicionada para aparcamientos por disponer la zona de pocas plazas.

La red de saneamiento recibió duras críticas por no estar en funcionamiento a pesar de que Tabaiba es una urbanización recibida por el Ayuntamiento de El Rosario y considerada suelo urbano.

Al bajar por otro lado a la playa por una escalera, se constata la existencia de solares con gran cantidad de basura y rocas de color verde debido al vertido de aguas residuales, que, según comentó un vecino que no quiso dar su nombre, "dicen que ha afectado al fondo de la playa según cuentan los submarinistas, que han constatado que se ha formado una capa por sedimentación de aguas fecales.

Juan y Andrés se despidieron, no sin antes lanzar el siguiente mensaje al Ayuntamiento de El Rosario: "La verdad es que a Tabaiba le hace falta un lavadito de cara, por no decir algo más fuerte".

Fuentes del equipo de gobierno del Ayuntamiento de El Rosario informaron de que en los últimos años se ha invertido más de dos millones de euros en Tabaiba, con obras importantes como la de saneamiento.

Añadieron que se ha adjudicado la primera fase del Plan de Avenidas (más de un millón de euros), para mejorar la red de aguas pluviales desviando las mismas a sus cauces naturales, la piscina será remodelada, y cada una de las demandas vecinales citadas no sólo serán atendidas en breve sino que hay proyectos en marcha para lograr una mayor calidad de vida de los vecinos de Tabaiba. Todo porque, como añadieron, "siempre nos ha movido dar la mayor calidad de vida posible".