Las autoridades sanitarias alemanas elevaron hoy a siete el número de fallecidos y mantuvieron en alrededor de mil el de afectados por el brote de una peligrosa variante de la bacteria "E. coli Enterohemorrágica".

La última muerte a causa del síndrome urémico hemolítico (SUH) que produce este germen es la de una mujer de 38 años, quien falleció el pasado jueves por la noche en el hospital central de la ciudad de Kiel, en el estado federado de Schleswig-Holstein (norte de Alemania), confirmó una portavoz del centro médico.

Las autoridades sanitarias alemanas apuntaron que aún no se ha alcanzado el punto álgido de la infección, por lo que instaron a los ciudadanos, especialmente en el norte del país -donde se han producido la gran mayoría de casos- a extremar las medidas de higiene.

Alrededor de 400 de los afectados, de los que 60 están calificados de graves, se detectaron en Hamburgo (noroeste de Alemania), y casi todos los demás, entre los estados de Baja Sajonia, Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia, según el Instituto Robert Koch de Berlín.

A lo largo de una semana se han contabilizado ya más casos en Alemania de la infección por ese germen como los que por regla general se registran en todo un año.

Las autoridades sanitarias alemanas anunciaron el jueves que el brote infeccioso tiene su origen en pepinos procedentes de España comercializados a través del mercado central de Hamburgo, un importante centro de distribución regional.

El foco infeccioso fue detectado tras realizar análisis, entre otras verduras, a cuatro pepinos escogidos aleatoriamente del mercado central de Hamburgo, de los que tres procedían de España -uno de ellos de cultivo biológico- y el otro de Holanda, según apuntaron ayer varios medios locales.