Los "indignados" de Santa Cruz de Tenerife se presentaron ayer ante la carpa institucional de la XXIII Feria del Libro -que se celebra hasta el próximo día 5 de junio en el parque García Sanabria- para mostrar su rechazo a la gestión y decisiones de los políticos así como a los bancos.

Con una pancarta en la mano y un megáfono, llegaron casi en el momento en el que la consejera en funciones de Cultura del Gobierno de Canarias pronunciaba las palabras que abrían oficialmente las puertas de este evento.

Mientras unos recogían firmas de apoyo, otro contaba cómo los políticos sin necesidad de trabajar 35 años seguidos podrían cobrar la jubilación o los banqueros tenían "autorización" para gestionar los fondos de los ciudadanos, hecho prohibido a "cualquier persona".

Su presencia en los alrededores del parque no pudo callar, no obstante, el deseo de todos los presentes en la mesa inaugural -la directora canaria de Patrimonio, Aranzazú Gutiérrez; el presidente de Fedeco, Luis de Miguel; el vicerrector de la ULL, Julio Pérez, y la presidenta provincial de la Asociación de Libreros, Remedios Sosa- de que la gente compre libros, pero que sobre todo "lea".