Miles de ciudadanos en toda España portaron ayer flores en protesta por la operación policial llevada a cabo en Barcelona por la mañana para desmontar el campamento de los "indignados" -que se volvió a activar- en la plaza de Cataluña, lo que motivó una oleada de apoyos y concentraciones en todas las plazas. Tras la operación policial de ayer, que se saldó con más de 120 heridos leves y generó numerosas críticas, cientos de personas, algunas con flores y otras con las manos pintadas de blanco, volvieron a la acampada en la plaza catalana.

Los "indignados" de Barcelona mostraron su rotundo rechazo a las cargas policiales y criticaron la poca disposición del Gobierno autonómico de cara a mediar en busca de un consenso ante una posible celebración de la Liga de Campeones.

En Lérida se repitió el intento de desmantelamiento y más de mil personas emprendieron anoche una manifestación de protesta por las intervenciones policiales contra las acampadas.

Uno de los lugares en contagiarse del espíritu de Barcelona fue la Puerta del Sol de Madrid, que al igual que en el resto de plazas, se volvió a abarrotar para expresar su solidaridad. Cientos de los asistentes alzaron sus palmas, pintadas de blanco, y flores de colores.

Al grito de "Cataluña no está sola" y de "Sol para Cataluña", miles de personas se reunieron en torno al campamento, donde incidieron en el carácter pacífico de las movilizaciones y en su intención de mantener esta actitud durante todo el fin de semana.

En Madrid, el gobierno regional en funciones y el PP de Madrid exigieron al Ministerio del Interior el desalojo inmediato de la Puerta del Sol, porque lo que empezó siendo una protesta de ciudadanos "indignados" está "degenerando de manera dramática en un asentamiento prácticamente chabolista", ante lo que Alfredo Pérez Rubalcaba dijo que analizará con la Policía esa posibilidad.

En Andalucía, miles de personas de varias ciudades se manifestaron con lemas como "Todos somos plaza Cataluña", y en Sevilla los acampados, que guardaron tres minutos de silencio, anunciaron su intención de permanecer de manera indefinida.

La concentración del colectivo de "indignados" en Valencia convocada frente a la Delegación del Gobierno derivó en una manifestación de apoyo a los acampados de Barcelona, cuando uno de los portavoces del colectivo invitó al resto a cortar el tráfico de la céntrica calle Colón, hecho que provocó algunos momentos de tensión con los policías, que finalmente permitieron la marcha.

Concentraciones

En Vitoria se reunieron decenas de personas en la plaza de La Virgen Blanca bajo el lema "La violencia no es la solución", una concentración que discurrió en un ambiente festivo, con una actuación musical en directo, que costó una multa a los organizadores.

En la plaza del Arriaga, de Bilbao, varios centenares de personas con flores en sus manos permanecieron cinco minutos en silencio y una vez transcurrido ese tiempo estalló un bullicio de trompetas, silbidos y gritos.

Con carteles que rezan "La violencia no nos calla", los concentrados de la plaza de España en Palma manifestaron su apoyo a Barcelona.

En Santander, unas 500 personas se concentraron con flores en la plaza Porticada, donde se guardó un minuto de silencio, al igual que en la plaza del Castillo de Pamplona.

En Galicia expresaron su solidaridad en una concentración en la plaza del Obradoiro de Santiago que superó el millar de asistentes, entre ellos numerosos peregrinos.

En Murcia, más de 500 personas guardaron un minuto de silencio, lo que se repitió en Oviedo y Gijón. En Zaragoza, cientos de personas, con flores y cacerolas, se concentraron ante la sede de la Delegación de Gobierno.

Las protestas se repitieron tanto en Santa Cruz de Tenerife como en Las Palmas, así como en distintas ciudades extremeñas y en Castilla y León.