El presidente del Tribunal Constitucional (TC), Pascual Sala, ha defendido hoy el derecho de los magistrados del alto tribunal a tener ideología, "faltaría más" -ha dicho-, pero ha rechazado de forma tajante que tengan una "dependencia partidaria".

En una rueda de prensa para presentar la memoria del TC correspondiente a 2010, Sala ha asegurado que el tribunal que preside no está compuesto por sectores ni bloques de "obediencia partidaria" y ha dicho que adscribirlos políticamente es atentar contra su independencia.

Sobre la sentencia del TC que permitió a Bildu presentarse a las elecciones del pasado domingo revocando la anterior sentencia del Supremo, ha pedido que esta se critique como cualquier otra sentencia, basándose en un análisis de su argumentación jurídica y no solo en el fallo.

El presidente del TC, que no ha querido pronunciarse sobre la querella que ayer presentaron en el Tribunal Supremo (TS) varias asociaciones contra los seis magistrados que avalaron la presencia de Bildu en los comicios, ha recordado que la sentencia del Constitucional es una y está suscrita por todos sus miembros, sean discrepantes con la decisión de la mayoría o no.

Ha resaltado la colaboración entre el TC y el TS y ha cuestionado que cuando ambos no están de acuerdo se presente como "un choque de trenes" cuando se trata de una discrepancia de criterio que, además, han sido escasas en 30 años.

"Tan honestos e independientes son los magistrados que discrepan" como los que no -ha dicho Sala- que ha explicado que esta reflexión servía tanto para los componentes del Constitucional como los del Supremo.

Tras explicar que el Constitucional nunca adopta resoluciones con ligereza o premura -en referencia a la sentencia sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña que dictó el pasado 28 de junio-, Sala ha advertido de la conveniencia de que el legislador corrija los procedimientos electorales que se tramitan en este tribunal con el objeto de dar mayor efectividad a las garantías de las partes que intervienen y a sus alegaciones.

"El tiempo siempre acaba dando la razón cuando se hace un razonamiento meditado, ordenado y sobre todo cuando se pretende adecuar una reforma tan importante como era la del Estatuto de Cataluña a la Constitución", ha recordado.

Ha reconocido que esta sentencia y las otras 6 posteriores sobre otros estatutos han establecido un polémico debate sobre cuál es la profundidad del Estado compuesto.

No obstante, ha recordado que, desde que se articuló el Estado de las Autonomías, el TC ha tenido que hacer un "verdadero juego de filigrana" para poder aquilatar a la Constitución los textos estatutarios, doctrina que es la que se ha aplicado a la sentencia del Estatuto de Cataluña.

Sobre la doctrina Parot, ha insistido en que el TC no está deliberando actualmente el criterio para calcular el cómputo de los beneficios penitenciarios que se aplican a los presos terroristas, ni ha querido anticipar cuando lo hará.

La necesidad de renovar a los cuatro magistrados del TC cuyo mandato ya ha expirado y cuya elección corresponde al Congreso ha sido también recordada por su presidente, que ha pedido nuevamente que se cumplan las previsiones constitucionales: "este es el deseo de todos y cada uno de los once magistrados actuales del Tribunal Constitucional".

En la introducción a la Memoria del pasado año, Sala, que tomó posesión de su cargo el pasado mes de enero, recuerda la denuncia de su antecesora, María Emilia Casas, respecto al grave incumplimiento de la Constitución que supone la falta de renovación de los magistrados en el plazo establecido, y expresa su deseo de que "no vuelvan a producirse las difíciles circunstancias vividas por el Tribunal Constitucional" en 2010.