Diputados socialistas están aprovechando sus espacios personales en Internet para hacer autocrítica y reclamar una urgente revisión del proyecto del PSOE tras la derrota sufrida en los comicios del pasado domingo porque, según coinciden en subrayar, no basta con elegir al sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero como cartel electoral.

El lehendakari, Patxi López, propuso un congreso previo a las primarias pero Zapatero, tras hablar con él, reafirmó su apuesta por las elecciones internas. En sus respectivos ''blogs'', que recoge Europa Press, varios diputados coinciden en la necesidad de "rehabilitar" el partido o bien "derribarlo y volverlo a construir".

El más claro ha sido el parlamentario del PSOE por Córdoba José Luis Rascón, quien cree que el "cataclismo" político que vive el partido "no se soluciona" con un cambio de candidato a la Presidencia, sino celebrando un congreso extraordinario de ideas, en línea con la propuesta del lehendakari, con el fin de que "el partido se rehaga a sí mismo, encuentre nuevos liderazgos para superar los males coyunturales y estructurales que han dado lugar al mismo".

Por su parte, el madrileño Elviro Aranda ha avisado de que el "hundimiento" del PSOE tras las autonómicas y municipales no se arregla sólo con un nuevo líder para 2012, sino que el partido sufre "un problema ideológico, una notable debilidad organizativa y una ausencia de estrategia" que, a su juicio, obliga a hacer una análisis en profundidad de la situación.

¿DERRIBARLO O VOLVERLO A CONSTRUIR?

Más allá va el diputado catalán Sixte Moral, quien tras admitir que la derrota del pasado domingo ha sido "dura y difícil de digerir", se plantea si en este contexto será mejor "rehabilitar" el partido o bien "derribarlo y volverlo a construir".

Y es que todos ellos coinciden en que ahora se abre un tiempo en el que los socialistas deben pensar "muy seriamente" lo que ha pasado sin echar la culpa a la crisis de lo sucedido, según subraya Aranda. "Algo habremos hecho mal para que ni tan siquiera en aquellas comunidades y ciudades donde gobierna el PP con mayorías electorales muy elevadas y donde los casos de corrupción son alarmantes esa crisis, no le haya pasado factura y, por el contrario, sigan mejorando sus resultados", sostiene.

Aranda ve "muy triste" que los socialistas con peores resultados, "que han llevado al partido en sus territorios a resultado más propios de un partido minoritario que una fuerza de gobierno", hayan empezado a "echar culpas a otros y niegan todo responsabilidad".

"El fracaso ha sido nacional pero eso no quita que en muchas comunidades -por ejemplo, Valencia, Murcia, Madrid- donde los resultados ya eran desoladores y la corrupción del PP es sistémica, la situación no sea tan alarmante como para que sus líderes asuman la responsabilidad que les corresponde", agrega.

En esta misma línea Rascón considera que "el batacazo monumental" cosechado por el PSOE este domingo no sólo se deben a la influencia de la crisis, sino también a "la mala gestión" de la misma puesto que el PSOE tardó en reconocer la crisis, tuvo más contradicciones de las debidas, improvisó "en exceso" y fue "duro con los débiles y débiles con los poderosos".

Junto a ello también ha fallado, a su juicio, la comunicación y la cercanía con la gente, así como la forma de organizar el modo y manera de hacer política, por ejemplo, dice, "improvisando candidaturas a tocomocho".

Por ello, el socialista andaluz aboga por que el partido reaccione "rápido" con el fin de superar sus "déficit" y por "reconstruirlo" para que el PSOE deje de ser una marca "antipática" y cuente con líderes involucrados "sin condiciones" para "tirar del carro" de la verdadera socialdemocracia.

NO SE PODÍA ESPERAR UNA VICTORIA

A los citados parlamentarios se une también el diputado del PSC Manel Mas, a quien le sorprende que los socialistas se hayan hecho ilusiones sobre un posible resultado positivo en las elecciones del 22-M. "No podíamos esperar victoria salvo un milagro y los milagros son muy excepcionales y esporádicos, no son habituales", llega a decir.

Es más, sostiene que desde mayo del año pasado, cuando Zapatero presentó los recortes, los socialistas tenían "el pulso perdido" por hacer reformas que "nunca" habían pensado. A su juicio, el escenario del 22-M se resumía así: "La derecha, cohesionada tras su mensaje, en tromba; La izquierda, desilusionada y desmotivada".

"Ahora, desarbolados, destripados contra los arrecifes, nos encontramos náufragos en playas lejanas y tendremos que utilizar nuestro ingenio, nuestra voluntad, nuestras manos para reconstruir los barcos para volver a navegar. Tiempo, trabajo y paciencia", sentencia, precisando que "quizá" ya se siente mayor para esa tarea.