El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, ha considerado hoy "razonable" y "sensato" que haya compañeros de partido que apuesten por un candidato de consenso para suceder a José Luis Rodríguez Zapatero, aunque ha recordado que, si no lo hay, "la regla es muy clara: se vota en las primarias".

En rueda de prensa después de la reunión del grupo parlamentario socialista, en la que ha habido esas peticiones de consenso, Alonso ha insistido en que el PSOE es "un partido serio que tiene sus tiempos y los va a cumplir" y ha hecho hincapié en que sus estatutos fijan una regla "absolutamente democrática" que son las primarias.

Y si hay más de un candidato se tendrán que celebrar, a su juicio, "cuanto antes", en todo caso "antes de verano", ha añadido tras recordar que, tras el Comité Federal del PSOE del sábado, habrá quince días para que se presenten eventuales candidatos y después treinta para que hagan campaña y se celebre la votación.

Alonso ha rechazado que esa apuesta por el consenso revele que en el partido hay miedo a una crisis interna, ya que, a su juicio, haya o no una candidatura única, el proceso que se abrirá el sábado será "un revulsivo para el PSOE" y relanzará su proyecto para las elecciones generales de 2012.

Se ha negado a hablar de cuál sería su candidato de consenso al considerar que, aunque los militantes puedan expresar libremente sus opiniones, la dirección del grupo parlamentario socialista debe mantener una "estricta neutralidad" para respetar "un equilibrio institucional".

El objetivo del grupo parlamentario, ha insistido, es ayudar al Gobierno a sacar adelante sus proyectos en favor del interés general del país hasta el final de la legislatura "y eso sólo es compatible con neutralidad".

El grupo socialista ha analizado hoy la derrota electoral del domingo y Alonso ha considerado que es necesario hacer "un esfuerzo de autocrítica" para ver qué han hecho mal los socialistas.

En segundo objetivo lugar debe ser intentar comprender a los ciudadanos que han dejado de darles su confianza y, en tercer lugar, hacer un esfuerzo para consolidar la estabilidad política de Gobierno, ya que ello, a su juicio, se traduce en estabilidad económica.

El portavoz ha vuelto a achacar la debacle socialista a la crisis y a la destrucción de empleo, que ha generado "un malestar social profundo".