El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha asegurado hoy que los socialistas se dan "por enterados" de la "seria advertencia" que les han lanzado los electores en las urnas con la derrota en las elecciones de ayer, pero ha subrayado que "éste no es el momento de lamentarse, sino de levantarse".

Blanco se ha expresado en estos términos en una rueda de prensa celebrada mientras se reunía la Comisión Ejecutiva Federal, al día siguiente de la derrota de los socialistas el 22-M.

Según ha dicho, mientras él ha estado presente nadie ha pedido la dimisión del secretario general del partido y jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por estos resultados, y nadie le ha reclamado un adelanto electoral.

Tampoco ningún miembro de la Ejecutiva ha anunciado su interés en presentarse a las primarias.

La reunión de la plana mayor del PSOE se ha centrado de manera monográfica en los resultados y ha sido para hacer autocrítica y apostar para abrir un periodo de reflexión, pero también para cerrar filas en torno al proyecto socialista.

Blanco ha rechazado además que los resultados electorales vayan a terminar en un "ajuste de cuentas" entre dirigentes, porque "no es el momento de la zozobra, sino de proyectarse hacia el futuro".

"Sabemos que los votantes han querido darnos una seria advertencia y nos damos plenamente por enterados", ha sostenido Blanco, quien tiene la impresión de que en la Ejecutiva "hay un sentimiento de mirar hacia el futuro, de hacer un planteamiento programático ambicioso de cara a las próximas elecciones generales".

"Es verdad que muchos ciudadanos nos negaron su apoyo ayer, pero sabemos que la gran mayoría de los ciudadanos están deseando que les demos motivos para volver a confiar en nosotros en las próximas elecciones", ha dicho.

Y para ello lo que tienen que hacer, según su criterio, es ejercer "con toda la capacidad" la responsabilidad que los ciudadanos les han encomendado: "El Gobierno deberá gobernar para conseguir la recuperación y el partido trabajar para recuperar la confianza de los ciudadanos y ganar las próximas elecciones".

Dispuestos a "dar la cara" y a "no disimular la realidad", ha asumido con carácter general que el PSOE ha perdido los comicios del 22-M, pero también ha puesto en valor los más de seis millones de votos recibidos y ha felicitado a los 2.400 alcaldes electos del partido.

A falta de estudios postelectorales que confirmen sus impresiones, Blanco ha admitido que seguramente ha habido un trasvase de votos del PSOE al PP, aunque el retroceso importante de los socialistas, que han perdido siete puntos y 1,5 millones de sufragios, no se ha traducido en un apoyo equivalente electoral al Partido Popular.

Ha sido así, en su opinión, porque una parte de los electores tradicionales del PSOE se ha decantado por otras opciones, y otra buena parte se ha quedado en casa y ha preferido "la abstención crítica".

Opina Blanco que la derrota del PSOE ha sido la expresión del malestar ciudadano ante las consecuencias de la dura crisis y ha considerado que era "comprensible" y "legítimo" que se reflejara en las urnas.

Tal y como admitió ayer el propio Zapatero, ha indicado que el PSOE no ha podido o no ha sabido trasladar a la ciudadanía sus argumentos para actuar tal y como lo ha hecho durante la crisis y las razones para adoptar algunas de las medidas difíciles que ha tenido que tomar.

"El malestar ha sido más fuerte que nuestros argumentos. Es algo que debemos reconocer y corregir, y estamos dispuestos a hacerlo", ha prometido.

Pero ha añadido que también se enfrentan al futuro con "serenidad" y convencidos de que el PSOE es un partido que tiene "raíces muy fuertes en la sociedad" y que representan unas ideas y unos valores que comparte la mayoría.

Una responsabilidad que está "por encima de cualquier reacción emocional" que podría llevarles a alterar las prioridades, que siguen siendo las que ayer marcó Zapatero en su comparecencia ante la prensa: adelantar la recuperación, propiciar la creación de empleo y seguir ejecutando las reformas necesarias.

En cuanto a las declaraciones del extremeño Guillermo Fernández Vara sobre un posible adelanto de las generales, Blanco se ha remitido a los expresado ayer por Zapatero, cuando dijo que iba a agotar la legislatura.

Blanco ha hablado con numerosos dirigentes del partido e incluso con "referentes" que ya no están al frente del mismo y tiene la impresión de que hay un "sentimiento unánime y mayoritario de que hay que hacer las cosas bien, mirar al futuro y profundizar en la cohesión del partido".