Los cosecheros de plátanos ecológicos de la Isla, con el apoyo de cooperativas de Tenerife, han reclamado a Asprocan la puesta en marcha de diferentes medidas que entienden fundamentales para garantizar una comercialización adecuada y diferenciada de sus productos, respetando las peculiaridades de una fruta tratada sin productos químicos, respetuosa tanto con la salud como con el medio ambiente y el suelo donde se desarrolla.

La propuesta que Asprocan analizará en su comité ejecutivo plantea que los plátanos ecológicos se vendan bajo una misma categoría, al contrario de lo que ocurre con la fruta tradicional, que llega al mercado en diferentes niveles, al entender que "se debe valorar la calidad de nuestro producto y no el tamaño. Para un consumidor de plátanos ecológicos, de cualquier producto de este tipo, lo importante es la calidad, no que sea más o menos pequeño".

Otra de las exigencias de este colectivo es que su producción no se vea afectada por la pica, una denominación utilizada en el sector que, a la postre, no significa otra cosa que tirar plátanos a los vertederos para no saturar los mercados en épocas de bajo precio. En este sentido, los cosecheros ecológicos recuerdan que en sus fincas "ya sufrimos una merma importante en el historial de la producción por la no utilización de productos químicos, ya que las piñas son más pequeñas. Además, el costo de la mano de obra es mucho mayor".

De igual forma, estos agricultores consideran clave favorecer la comercialización de sus productos. Por ello, piden una agrupación de interés económico entre todas las Organizaciones de Productores de Plátanos (OPP), bajo el amparo de Asprocan, para vender en Europa, al entender que "en otros países, como Francia o Alemania, hay una gran conciencia por los productos ecológicos. También queremos vender en España, pero entendemos clave ir un poco más lejos. La banana sudamericana no es ecológica, por lo que no tenemos competencia".

Pérdida de renta

En la actualidad, las fincas en La Palma en programas de transformación a agricultura ecológica cuentan con una producción anual de cerca de un millón de kilogramos de plátanos, que a los tres años, y tras superar diferentes inspecciones, reciben el certificado correspondiente. Sus productos están siendo vendidos, en la mayoría de los casos, junto a los plátanos convencionales, divididos en categorías y sin beneficiarse de sus cualidades diferenciadoras, lo que implica una pérdida de renta para los cosecheros.

Este colectivo destaca el esfuerzo realizado por algunas OPP, en concreto "queremos hacer mención al trabajo de Europlátano", para diferenciar los plátanos ecológicos, lo que incluye un trato diferente a la fruta en sus instalaciones.