Indignados. Así es como se sienten los pacientes que acuden todas las semanas a recibir algún tratamiento de radiología a las instalaciones del Hospital Universitario de La Candelaria (HUNSC), puesto que mientras hacen cola para recibir su tratamiento oncológico -después de estar cerca de un mes en lista de espera- ven ante sus ojos una máquina de última generación sin estrenar.

La dirección del centro hospitalario confirma, a través de su gabinete de prensa, que la máquina ocupa las instalaciones de La Candelaria desde el año 2010, aunque los propios trabajadores de Medicina Nuclear y Oncología Radioterápica aseguran que está allí desde hace dos años.

En cualquier caso justifican el retraso en su puesta en marcha aludiendo a "un problema con el software debido a la complejidad del programa informático, puesto que este tuvo que ser solventado en Estados Unidos", asegurando que se solucionó en el mes de febrero de este año.

La compañía adjudicataria (Siemens) ratifica esta versión, pero matiza que "su entrada en funcionamiento depende de las decisiones que tome el centro hospitalario", y explica que sus operarios trabajan en función de la demanda que reciban del cliente. Con otras palabras, que si no se les da un plazo concreto de trabajo, no tienen por qué darle prioridad a esa máquina respecto a otras, puesto que trabajan según las demandas que reciben.

"La puesta en funcionamiento de este aparato debe seguir numerosos procesos que se han de ajustar a la normativa estipulada por el Consejo de Seguridad Nuclear. En primer lugar, la aceptación por parte del servicio de Protección Radiológica del hospital, que puede durar aproximadamente dos meses y, posteriormente, una calibración, que es el proceso en el que se encuentra actualmente esta tecnología y que puede durar varios meses con el fin de garantizar la correcta utilización del aparato en los pacientes", añaden desde La Candelaria.

No obstante, esperan "que este año entre en funcionamiento".

Sin embargo, en agosto de 2008 la propia Consejería de Sanidad envió una nota informativa asegurando que en el mes de junio se había incorporado a La Candelaria "el tercer acelerador lineal que proporciona tratamientos de alta calidad, ya que emplea una de las últimas técnicas existentes, la radioterapia guiada por imagen, que favorece el mejor control del tratamiento del paciente. Este nuevo instrumento permite realizar un escáner o imagen antes de radiar y compararlo con el de planificación para asegurar que el paciente está en la situación correcta y, si no fuera así, reposicionarlo".

Y es que revisando el Boletín Oficial de Canarias se comprueba que la adjudicación definitiva del concurso de compra se resolvió a favor de Siemens por un valor de 1,954 millones de euros el 13 de noviembre de 2008, tras haberse convocado el concurso el 20 de junio de ese mismo año.

Retrasos y averías

Al retraso en la entrada en funcionamiento de este nuevo aparato hay que añadir el hecho de que los otros dos que sí que prestan servicios en el citado complejo hospitalario sufren "continuas averías", tal y como reconocen tanto los pacientes como los trabajadores de oncología radioterápica.

En este sentido, se da la circunstancia de que los usuarios que tienen concertada una cita o que tienen previsto un calendario para recibir el tratamiento oncológico se ven obligados a esperar incluso hasta cinco horas hasta que finalmente se les comunica que el aparato se ha averiado y que tienen que volver al día siguiente o cuando se les comunique.

Y es que si se produce una avería después de las cinco de la tarde, el contrato con la empresa establece que no tiene obligación de ir a repararla hasta el día siguiente y si sucede el viernes por la tarde, tampoco tiene por qué ir hasta el lunes siguiente.

La clave de tanta avería parece estar en la sobrecarga de las máquinas, que están pensadas para atender a 40 pacientes diarios y están tratando al doble.