Canarias se encuentra entre las comunidades autónomas que muestran "graves carencias" en la lucha contra el veneno, ya que en el Archipiélago se sigue utilizando el veneno con "total impunidad", según un informe de WWF.

Así, Canarias "solo" ha conseguido aprobar uno de los ocho parámetros evaluados, después de que la organización ecologista, en el trabajo de seguimiento que ha realizado en las autonomías, las haya clasificado teniendo en cuenta los resultados obtenidos en ocho criterios.

Estos han sido el grado de desarrollo del plan regional, disponibilidad de recursos económicos y humanos, normativa propia, especialización de agentes, transparencia informativa, resoluciones ejemplarizantes, sensibilización de grupos de riesgo y esfuerzos de vigilancia y prevención.

Respecto al uso de cebos envenenados en Canarias por parte de cazadores y agricultores, aseguran que "está llevando al borde de la extinción", entre otras, a especies como el guirre, subespecie canaria de alimoche, ya que actualmente sólo sobrevive en la isla de Fuerteventura, con una mínima población en Lanzarote y en el archipiélago Chinijo.

En este sentido, aseguran que la "total impunidad" con la que utilizan los cazadores los cebos, dirigidos principalmente a la eliminación de gatos y de conejos, así como de otros animales por parte de los agricultores, "es el problema prioritario que se debe resolver".

La organización sostiene que actualmente Canarias "no trabaja con medios suficientes, ni siquiera mínimos, en consonancia con la verdadera magnitud y alcance del problema del veneno en las Islas".

Conservar las poblaciones españolas de buitre negro, alimoche, milano real, águila imperial ibérica o quebrantahuesos "es sinónimo de su conservación en Europa y en el mundo", según WWF, que afirma que su presencia en el resto del continente "es ya testimonial, debido principalmente al uso continuado de venenos para eliminar carnívoros competidores del hombre por la caza o la ganadería". Los cebos envenenados en España constituyen la "mayor amenaza" para estas especies.

En este sentido, la estrategia nacional contra el uso de cebos envenenados, que se inició hace seis años, pretende impedir la extinción de las últimas poblaciones de buitres y grandes águilas ibéricas aunque sus resultados prácticos "son escasos", ya que en 2010 murieron por envenenamiento 13 águilas imperiales y más de 40 milanos reales.

WWF dice que el uso de cebos envenenados "se mantiene en la mayoría de las comunidades". No obstante, Andalucía destaca por su "notable" trabajo de lucha contra el veneno en los últimos años y es la única que aprueba y "pasa sin apuros" los ocho criterios evaluados. Entre las autonomías que necesita mejorar están Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña y Baleares, mientras que entre los que obtienen una calificación de "muy insatisfactorio" están Aragón, Asturias y Murcia. Finalmente, cierra el ranquin con "graves carencias" Extremadura y Navarra, a las que les "falta mucho por avanzar", así como Madrid, Valencia y Canarias.