El colectivo Sin Identidad interpuso ayer en la Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife las primeras seis denuncias por robo de niños, adopciones ilegales y otras irregularidades en la Casa Cuna entre las décadas de 1950 y 1970. Una de las abogadas de la entidad, Natalia Domínguez Castilla, acudió al Palacio de Justicia a las 12:00 horas para presentar los escritos con el objetivo de que se esclarezcan media docena de casos en los que el denominador común es la vinculación de todas las víctimas con el citado orfanato.

Y, a partir de ahora, con cierta periodicidad, se pondrán en manos de la Fiscalía nuevos asuntos.

A juicio de la letrada Domínguez Castilla, los supuestos responsables de las irregularidades "tenían tanta sensación de poder" que, al analizar la documentación de cada uno de estos seis casos, aparecen papeles sin rellenar, contradicciones en las fechas o aparentes falsificaciones. En esa línea, la abogada comenta que a los implicados en las rocambolescas situaciones de decenas de menores "ni se les pasó por la cabeza que esto iba a salir a la luz algún día". Domínguez manifiesta que "me he encontrado con muchos documentos con apariencia de haber sido supuestamente manipulados". La abogada viajará la próxima semana a la Península, donde estará un mes y medio, que aprovechará para contactar con varios letrados colaboradores de la plataforma nacional de niños robados y conocer nuevos testimonios.

Cuatro hijos.- Entre los casos denunciados ayer aparece el de una mujer que llevó hasta cuatro hijos a la Casa Cuna. En un determinado momento, cuando fue a preguntar por ellos, le dijeron que todos habían muerto; algo que, al parecer, era totalmente falso.

Teodoro.- Uno de los hombres cuyo caso ya está en la Fiscalía, que se identifica como Teodoro, señala que lucha por esclarecer lo que define como "una destrucción organizada de mi familia".

Arsenio.- Otro de los niños, llamado Arsenio, supuestamente falleció un día en la Casa Cuna, lo enterraron y el registro de su defunción en el Juzgado se hizo tres días después, con la firma de dos testigos de la calle y el sepulturero. Sus familiares no han conseguido aún determinar la enfermedad que se le diagnosticó y que, al parecer, provocó su fallecimiento.

Manuel.- Sorprendente resulta el calvario que padeció Manuel, otro de los casos denunciados. Tras pasar por la Casa Cuna y los Salesianos, estuvo en el "destierro" de una finca en Geneto. Cuando era un adolescente, alguien ordenó que tenía que entrar en el Hospital Psiquiátrico, con el diagnóstico de que supuestamente tenía oligofrenia, carecía de protección familiar y presentaba conductas anómalas (dentro de la cual se sospecha que pudo ser homosexual). En dicho centro estuvo tres años y recibió una medicación muy fuerte. Después quedó abandonado en la calle, según su familia. A los 19 años entró en prisión y, cuatro meses después, su cadáver apareció ahorcado y con las manos atadas, cuando aún se hallaba como preso preventivo, es decir, que todavía no había sido juzgado.

Dos hermanos de Arico.- Dos hermanos de Arico también fueron llevados a la Casa Cuna. A uno de esos niños lo dejaron en el torno de la institución. Ese mismo día, una persona del orfanato acudió a inscribir su defunción, mientras quien lo dejó en el Jardín de Infancia se desplazó al Registro Civil para formalizar su nacimiento. Actualmente, dicha persona continúa desaparecida.