El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado este lunes que España acogerá a alrededor de un centenar de refugiados subsaharianos procedentes de Libia que se encuentran en la frontera con Túnez o con Egipto o que han llegado hasta Malta, y que no pueden ser repatriados a sus países de origen.

"España ha manifestado públicamente su voluntad de apoyar" dentro de su "capacidad limitada", ha explicado Rubalcaba en rueda de prensa al término de la reunión de ministros del Interior de la UE consagrada a la presión migratoria procedente del norte de África tras las revueltas ciudadanas.

El vicepresidente del Gobierno ha dicho que todavía no tiene "una cifra exacta" ni "qué nacionalidades" acogerá España y ha desvelado que tiene pendiente una conversación con la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, para cerrar los detalles.

Pero Rubalcaba ha recordado que el Gobierno aprobó el año pasado un programa de reasentamiento con 75 plazas y que Alemania se ha ofrecido a acoger a 100 refugiados de Malta. "Este será el orden de magnitud en el que estamos trabajando", ha precisado.

"Entre todos tenemos que ayudar a Malta porque para Malta una cifra de 1.000 peticionarios de asilo es sencillamente indigerible, es una situación de crisis muy grande", ha indicado.

También Eslovaquia, Bélgica, Italia, Portugal, Alemania, Bélgica, Italia, Suecia, Noruega y Portugal se han ofrecido a aceptar a refugiados huidos de Libia.

El vicepresidente primero ha defendido que estas personas "tienen derecho a la protección o al asilo en Europa" y que por ello su situación es "muy distinta" a la de los tunecinos llegados a Italia, que son "inmigrantes irregulares" y deben ser repatriados.

"Repartir inmigrantes ilegales no me parece una buena cosa", ha dicho Rubalcaba en referencia a la petición italiana. En todo caso, ha insistido en que España es solidaria con Roma y ha pedido al presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, que presione a Túnez para que readmita a los 20.000 inmigrantes irregulares llegados a territorio italiano.