Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace en España entre 2001 y 2010 y promotor de EQUO, movimiento sociopolítico que pretende conseguir representación parlamentaria en las próximas elecciones generales, ha asegurado que cuando "lleguemos al Fukushima del cambio climático será demasiado tarde".

Esta reflexión la realizó anoche Juan López de Uralde durante su participación en el foro "Enciende la Tierra", en el que participó junto al físico Antonio Ruiz de Elvira, y en al que añadió que la crisis nuclear que sacude a Japón dejará una región devastada y quizá miles de muertos.

Pero, añadió Juan López de Uralde, se trata de una circunstancia que "servirá de lección y aprenderemos de ella" para que llegue el fin de la energía nuclear.

Durante el foro, organizado por CajaCanarias sobre el cambio climático, Juan López de Uralde señaló que el problema es que con el cambio climático no será posible aprender la lección una vez llegue el momento crítico, las consecuencias serán dramáticas y la única solución es pasar a la acción para frenar el calentamiento global, aseguró el activista.

De Uralde resaltó que la Unión Europea es la única región que ha cumplido con el Protocolo de Kioto y ha reducido las emisiones que le correspondían, algo que "demuestra que se puede seguir viviendo reduciendo las emisiones de dióxido de carbono".

Para controlar el cambio climático, "no evitarlo porque está en marcha", hay que hacer un cambio en el modelo energético, es necesario potenciar las energías renovables, que cada vez son más baratas, mientras que las energías que provienen de la combustión serán cada vez más caras, afirmó.

El exmáximo representante de Greenpeace en España destacó el nivel de conciencia ecológica que hay en Tenerife, ya que "cuando se vive en una isla el nivel de conciencia de escasez de los recursos se vive en la práctica".

Antonio Ruiz de Elvira, catedrático en Física Aplicada y especialista en el clima y el cambio climático, subrayó la importancia de cambiar la teoría económica que "nos rige", que está basada en el consumo de recursos y tiene como definición "el reparto de la escasez".

De Elvira aceptó que siempre han existido variaciones en el clima, pero ante el que nos exponemos es muy rápido, intenso y "creado por nosotros".

Además, resaltó las consecuencias más trágicas que puede tener el calentamiento global, la geografía montañosa de las islas favorecerá que solamente desaparezcan con la subida del nivel del mar los puertos y las zonas costeras, pero en la Península se perderán grandes inversiones, hasta 500 metros hacia el interior.