El príncipe heredero de Japón, Naruhito, y su esposa Masako visitaron hoy por primera vez a refugiados por el terremoto del 11 de marzo en el noreste del país, después de que lo hicieran la semana pasada los emperadores.

Masako, de 47 años y conocida como "la princesa triste", apenas tiene compromisos oficiales desde hace años por sufrir una depresión, achacada por los medios a la dureza de la vida en Palacio y a su imposibilidad de concebir un heredero varón.

Junto a su esposo, de 51 años, se acercó hoy al estadio de Ajinomoto, en Tokio, en su primer acto oficial en los últimos seis meses, desde octubre de 2010.

En ese estadio se encuentran alojadas unas 130 personas que fueron evacuadas de la provincia de Fukushima a causa del accidente en la planta nuclear Daiichi y el terremoto y tsunami del 11 de marzo, que causaron 12.494 muertos y 15.107 desaparecidos, según el último cómputo oficial.

Naruhito y Masako iban vestidos con ropa informal de color oscuro, similar a la utilizada la semana pasada por el emperador Akihito y su esposa Michiko, en su primera visita a los evacuados por el seísmo.

Como ocurrió entonces con la pareja imperial, ambos entraron sin zapatillas en el recinto y se arrodillaron para hablar con los refugiados, algunos de los cuales les transmitieron su deseo de volver a sus casas.

"Me ha parecido muy tierna", dijo una de las ancianas a la cadena de televisión Fuji TV mientras otra mujer se confesó "emocionada" porque la princesa los haya visitado "aunque no se encuentra bien".

En sus conversaciones, la pareja heredera del Trono del Crisantemo, la dinastía reinante más antigua del mundo, se interesó por cómo es su vida en el refugio temporal y animó a los allí residentes a cuidarse.

La princesa Masako tiene escasas apariciones públicas en Japón desde diciembre de 2003 debido a su enfermedad, diagnosticada públicamente en julio de 2004, y lleva años sin acompañar a su marido en sus viajes oficiales al extranjero.

En los últimos tiempos, sin embargo, la princesa ha participado en algunos actos organizados por la Casa Imperial, como, en noviembre de 2008, en la ceremonia de bienvenida a los reyes de España, don Juan Carlos I y doña Sofía, por primera vez en cinco años.

La esposa del príncipe Naruhito está bajo tratamiento médico por un trastorno adaptativo con síntomas de ansiedad y depresión.

Ambos son padres de una única hija, Aiko, de nueve años, que según la Casa Imperial ha tenido algunos problemas en la escuela.